Resumen del libro de Gonzalo Puente-Ojea: la formación del cristianismo.

Gonzalo Puente Ojea: Ideología e Historia. La formación del Cristianismo como fenómeno ideológico. Ed.siglo XXI. Madrid, marzo 1991. (1ªed.feb.1974).

-La lectura ideológica de los fenómenos históricos consiste en una tematización de la dependencia de las formas mentales respecto de los intereses de clase, en el contexto de unas determinadas relaciones de producción.

 

CAP.I.EL CONCEPTO DE IDEOLOGIA Y SU AMBIGUEDAD. Cap.I.1. pág-12 «..la tesis del fin de las ideologías,.. no es sino la versión tecnocrática de vetustas ideologías burguesas en su fase final de repliegue defensivo, es decir, en un momento en el que el combate ideológico está para ellas perdido e intentan el último enmascaramiento posible: negar la realidad del combate mismo».

 

-pág.12-13: MARX-IDEOLOGIA. Cap.I.2.pág-14: «La conciencia es un producto social. Porque no es la conciencia la que determina a la vida sino la vida la que determina a la conciencia -dice Marx en La ideología alemana-«… COMENTARIO: //Efectivamente la vida determina a la conciencia, pero esa conciencia que ha surgido dentro de unas específicas relaciones de producción, a su vez, incide sobre la vida, en un proceso de ‘feedback’ que no responde estrictamente a un determinismo causal ‘more geometrico’ ni en la ida ni en la vuelta. Dicho de otro modo, el todo no es igual a la suma de las partes y viceversa//.

 

-pág.15: «Desaparece el mito de una conciencia pura». 

 

-pág.17: «La clase que es la potencia material dominante de la sociedad es también la potencia espiritual dominante» cita de Marx.

 

-Cap.I.3.pág.21: El carácter ideológico de una conciencia «no se manifiesta inmediatamente, sino a través de un esfuerzo analítico y en el umbral de una nueva coyuntura histórica que permita comprender la naturaleza ilusoria del universo mental del periodo precedente». Pág-22: «Así, el interés de clase viene a ser la ‘matrix’ de las ilusiones ideológicas y de la falsa conciencia en general. Otra cosa son los engaños deliberados de la clase dominante y sus técnicas de manipulación premeditada; tales engaños no pueden categorizarse en rigor como ideologías». NOTA: //Ya que ésta se caracteriza por ser una falsa conciencia. Ideólogo es quien se engaña a sí mismo y a los demás, quien posee una falsa conciencia que cree verdadera y que propaga como tal.//

 

-Cap.I.4.pág.22, IDEOLOGIA: El historiador de la teoría de las ideologías, Carlo Mongardini, coincide con el sociologo Werner Stark, al querer invalidar el materialismo histórico aplicándole sus mismos métodos analíticos. Con este procedimiento el último de los citados concluye que «la visión proletaria del mundo es una ideología» -en sentido marxista.

 

Pero esta crítica yerra al pretender introducirse en la lógica marxista y sin embargo tildar de ideológico al proletariado, que de acuerdo con el marxismo sería el primer grupo humano sin una falsa conciencia, que ya no sería una clase porque se habría abolido el antagonismo de clases, y que no podría emanciparse sin emancipar consigo a toda la sociedad. La ‘Aufhebung’ proletaria significa la superación de la condición ideológica. Para más detalles Cfr.Pág.23-25. Pág-24: «La teoría proletaria… detruye las ilusiones de la falsa conciencia y reintegra la conciencia a la transparencia social del ‘homo agens’, liberada de los velos ideológicos». CFR.Nota de la pág.45.

 

No obstante, puede hablarse de ideología o nivel ideológico en una sociedad sin clases, pero no como los autores citados en su acepción de falsa conciencia, sino teniendo en cuenta que tomaría otra significación. Pág.51 (Cap.I.7): «El aspecto diferencial básico consiste en que mientras la ideología en sentido marxista strictu sensu es el producto de la conciencia alienada, la ideología de una sociedad sin clases es el resultado del esfuerzo analítico de una conciencia real y de la voluntad teleológica plenamente consciente y dueña de sí en el contexto de una reflexión científicamente fundada.// Desaparecidas las alienaciones, desaparece la falsa conciencia; pero el contenido teórico nuclear del materialismo histórico en cuanto afirmación de que la conciencia sigue al ser, continúa siendo válido». Como dijera Marx, la conciencia es un producto social y lo seguirá siendo mientras existan hombres, luego el indestructible lazo entre realidad y conciencia no desaparece. Lo que desaparecería según el programa marxiano en el dominio ideológico, en una sociedad sin clases, sería su condición alienada.

 

-Pág-52: En este sentido dice Engels en el Anti-Dühring: (cit.por Ojea) «<La idea de que las ideas y representaciones de los hombres crearían sus condiciones de vida, y no a la inversa, es desmentida por toda la historia del pasado (…), sólo en el futuro más o menos lejano puede realizarse, en la medida en que los hombres reconozcan por anticipado la necesidad de un cambio en la constitución social (sit venia verbo) impuesto por las relaciones en proceso de cambio, y lo quieran antes de que esta necesidad se imponga a ellos inconscientemente y contra su deseo>».

 

-Cap.I.5.ESTRUCTURA/SUPERESTRUCTURA, pág-28: «Desde los Manuscritos de 1844, el materialismo marxista queda inscrito, sin posibilidad de equívocos, en el concepto de naturaleza humanizada = humanidad naturalizada: el mundo natural y el mundo humano solo existen en su recíproca mediación. La teoría económica de Marx se asienta sobre éstas bases antropológicas esenciales». Pág.29-30: «La relación de la estructura con la superestructura presenta una figura eminentemente multilateral y circular… El determinismo económico de ciertos epígonos se vale de una interpretación mecanicista que altera el pensamiento de Marx hasta desfigurarlo. F.Engels restaura la teoría original… porque <según la concepción materialista de la historia el factor determinante de la historia es, en última instancia, la producción y la reproducción de la vida real>. Y añade Engels: <Ni Marx ni yo nunca hemos afirmado más (…). La situación económica es la base, pero los diversos elementos de la superestructura (…) ejercen igualmente su acción en el curso de las luchas históricas y determinan en muchos casos de manera preponderante su forma. Hay acción y reacción de todos estos factores, en el seno de los cuales el movimiento económico acaba por abrirse paso, como una necesidad, a través de la legión infinita de azares>».

 

-Cap.I.6.IDEOLOGIA.Pág.32-33: «Karl Marx excluyó solamente a las ciencias de la naturaleza del dominio de la ideología, es decir, a las llamadas Naturwissenschaften -ciencias que emplean la observación empírica y el calculo matemático-… ..la investigación científica, aun condicionada en sí misma por las necesidades del proceso productivo, presenta un <desarrollo de ideas abstractas que reflejan varios de los rasgos y propiedades de las cosas y del proceso de producción sin los prejuicios del enmascaramiento o la inversión ideológicos> (Ojea cita a Cornforth). De la actividad cientifico-natural surgen así contenidos objetivamente válidos que son recogidos por las ideologías».

 

-Pág.34-36: (FOT) Según K.Mannheim «La estructura total del pensamiento de cada época o grupo social es ideológica, en el sentido de la estricta dependencia de una falsa conciencia». Y de esa manera Mannheim llega «mucho más lejos de lo que enseña la teoría marxista de las ideologías». LIBRO: K.Mannheim Ideology and utopia. An introduction to the sociology of Knowledge (trad.Londres,1949).

 

-pág.37: INVERSION IDEOLOGICA «La inversión ideológica consiste en la ilusión básica que denuncia el materialismo histórico: considerar la estructura socioeconómica como efecto y no como causa del edificio social». CFR.pág-40-41.

 

-Cap.I.7. (Ojea Contra la interpretación hegelianizante de Marx y la idea del fin de la historia). Pág.45: El comunismo no supone el fin de la historia, sino el fin de la prehistoria humana regida por la lucha de clases y el principio de un mundo donde las evoluciones sociales dejarán de ser revoluciones políticas. «<El comunismo es la forma necesaria y el principio activo del futuro inmediato, pero no es, él mismo, el objetivo del desarrollo humano o la forma final de la sociedad humana> (Marx,Manuscritos). La inagotable plasticidad social, su incesante originalidad, dejan abierto el indefinido proceso de la evolución social, en la que la sociedad comunista sólo constituye el umbral de una nueva época y el final de las sociedades caracterizadas por la dominación de clases».

 

-pág-47: Marx y Engels tienen una concepción de la historia como un proceso abierto a un despliegue ilimitado. Y creen encontrarse no ante el fin de la historia sino asistiendo a su comienzo.

 

-Cap.I.8. Donde se tratan dos aplicaciones más del termino ideología en sentido lato para caracterizar al marxismo: 1) la ideología revolucionaria (Cfr.pág.67-68,71), y 2) la ideologización del marxismo.

 

-CAP.II. LA ESTRUCTURA DE LAS IDEOLOGIAS.

 

-pág.59-60: Ojea critica la antinomia ideología-utopia en Mannheim, indicando que toda ideología se inscribe dentro de un horizonte utópico (Cfr.pág-63) que le sirve de coartada moral, con su aparente defensa de los intereses de las masas explotadas. «Una retórica que, en fórmulas de filantropía universal, enmascara la protección del orden de dominación existente» (pág-64).

 

-pág.70: ideología / utopía.

 

-CAP.III. LAS METAMORFOSIS HISTORICAS DE LAS IDEOLOGIAS.

 

-pág.73-74: «Las tesis marxistas sobre la génesis y función de las ideologías quedarían invalidadas si fuera posible probar la existencia de sistemas mentales que, superando el transcurso del tiempo, alcanzaran dilatada vigencia ideológica en épocas y sociedades diferentes. No han faltado detractores del materialismo histórico que utilizaron como prueba concluyente de la falsedad de esta meodología, la existencia de sistemas intelectuales que han perdurado, o aún perduran, durante siglos, ajenos a las variaciones del marco social histórico que los vió nacer. Estoicismo y Cristianismo han sido invocados como ‘specimen’, entre otros, de esa pervivencia autónoma con relación a la infraestructura social…// K.Marx explicó meridianamente (Cfr.La Miseria de la Filosofía cap.II) que no existe, en rigor, una historia de las ideas -como suponen los pensadores idealistas-, sino una historia de los hombres portadores de ideas…// Así, frente al argumento de la presunta pervivencia esencialmente invariable de las formaciones espirituales surgidas en determinadas coyunturas de la historia, no sería correcto limitarse a invocar la existencia de una evolución histórica de las ideas en cuanto tales; frente a dicho argumento hay que mostrar que la historia de las ideas se vincula causalmente a la evolución de las relaciones económicas, sociales y políticas entre los verdaderos protagonistas de la historia y creadores de las formas mentales que nacen de dichas relaciones; es decir, entre los hombres en su sociedad».

 

-pág.76-77: «Antes de iniciar el análisis de las sucesivas ideologías estoicas y cristianas, conviene disipar en forma sumaria ciertos equívocos metodológicos que podrían inducir a error, a saber: a) la creencia, muy extendida, de que toda ideología, en cuanto servidora de una clase social, tiene que proceder necesariamente de miembros de la propia clase beneficiaria; b) la tesis de que las clases dominadas no pueden compartir la ideología que favorece a las clases dominantes; c) la convicción de que sólo poseen naturaleza ideológica los sistemas de pensamiento formulados conscientemente por las respectivas clases sociales en vista de la función real que deben cumplir para la protección de sus intereses de clase. Observemos solamente, respecto de a), que la función del ‘homo intellectualis’ en toda sociedad de clases no se basa en su peculiar procedencia o situación social, sino en su específica inserción en el aparato de dominación y en el sentimiento personal que dicha inserción puede inspirarle; el intelectual puede servir inconscientemente al sistema de dominación, incluso cuando no participa de sus ventajas, en virtud de una serie de complejos mecanismos de ilusión ideológica -como una de las manifestaciones de la alienación humana-. Como escribe Marx, <una clase dominante es tanto más fuerte y más peligrosa en su dominación cuanto más capaz sea de asimilarse a los hombres más importantes de las clases dominadas> (El Capital, vol.III, p.562. México 1946). Digamos respecto a b) que las clases dominadas pueden hallar eficaces vías de satisfacción psicológica dentro de sistemas ideológicos adversos, pero que permiten disfrutar de formas vicarias o fantásticas de satisfacción de las necesidades reales; pueden ser justamente ciertos miembros de las clases dominadas quienes pongan el mayor empeño en producir y propagar sistemas ideológicos que, mediante dichas formas vicarias de satisfacción, les eximan de todo impulso o proyecto de emancipación real en coyunturas en las que una empresa de ese género les podría conducir dolorosamente al desastre. Respecto de c), recordemos que el enmascaramiento ideológico no es el engaño deliberado, pues de ser así quedarían arruinados los fundamentos científicos del materialismo histórico en su núcleo básico, que afirma que la conciencia sigue al ser, no ‘ex voluntate’, sino ‘ex necessitate’. (Pág.365-nota 6): «… Sobre los mecanismos de ocultación de la realidad social en la conciencia de las clases sociales antagónicas -y su respectiva asunción de la ideología dominante-, vid. … T.Andreani, Marxisme et anthropologie, en L’homme et la Société (Paris, 1970, núm.15, pp.62-75). Respecto de las funciones de la clase dominante, escribe Andreani: <Pero ¿y la ideología?. La clase dominante no la construye, creo yo, por astucia, ni para vivir simplemente su dominación con buena conciencia, sino, en primer lugar, porque también ella conoce una fuerza ‘represora’, que es el miedo inconsciente de ser desposeida y decaer, imagen de la muerte que le acosa, especie de amenaza de castración. E inmediatamente intervienen los ideólogos, verdaderos parásitos de los ricos y los poderosos, que van a forjar los valores a la vez para darse poder a si mismos y para reforzar el poder de aquellos de quienes dependen (cf.la casta sacerdotal en Nietzsche). Todo esto equivale a decir que la clase dominante padece, también ella, un proceso de sublimación que se expresa, por ejemplo, en la transmutación de la fuerza en imagen moral> (ibid.,p.63)».

 

-Cap.IV. LAS IDEOLOGIAS CRISTIANAS.

 

A.LA IDEOLOGIA POPULAR MESIANICA: JESUS Y LA REVOLUCION JUDIA DE SU TIEMPO.

 

-Cap.IV.A.1.»Introducción metodológica».

 

-Pág-80 y ss: HERMENEUTICA/CONTEXTUALIZACION: Se habla sobre la impotancia del contexto sociohistórico en que surgen las ideologías cristianas. Escuela exegética de la ‘Formsgeschichte’ que defiende que cada categoría literaria tiene su peculiar ‘Sitz im Leben’. Categoría a la que sólo se hace justicia -a decir de P.Ojea(Cfr/Fotoc.pág.83)- con una metodología hermenéutica histórico-materialista, es decir, que entienda el término ideologías en sentido marxiano. Desde una perspectiva marxiana básica: pág-83: «la de considerar los productos mentales como determinados fundamentalmente -no exclusivamente- por la estructura económica, social y política de cada segmento de la historia». Autores que tratan el tema desde tal perspectiva son p.ej. A.Robertson y S.G.F.Brandon.

 

-Pág.85-86(Fotoc.): IDEOLOGIA/MANNHEIM/PODER/RELIGION. «Las formas religiosas pueden llegar a alterar, en ciertas coyunturas del proceso histórico, su función normal -que es la de brindar satisfacciones ilusorias- y a introducir en la actividad de las masas poderosos estímulos para la acción revolucionaria… Así, el mesianismo Judío de la época de Jesús cumplió una función eminentemente revolucionaria, en una coyuntura excepcional. Por el contrario, la ideología que comenzaron a imponer las Iglesias cristianas a partir del año 70 d.C. desempeñó la típica función conservadora del orden económico y social vigente -primero, en el seno del Imperio Romano; luego, en el curso de la historia Occidental- que corresponde a las formas religiosas de la alienación. Las clases cristianas inferiores de la época romana se alzarán esporádicamente, impulsadas por la veta quiliástica del mesianismo original; pero normalmente se contentarán con las satisfacciones fantaseadas que les brindará una cristología despojada del significado original del judeocristianismo y moldeada por las soteriologías sincretistas del helenismo orientalizante».

 

-Cap.IV.A.2.»Aproximación al problema de Jesús». 

 

-Pág.86: «En el evangelio de Marcos, el primero cronológicamente de los tres sinópticos, se delata el carácter que revestía la figura mesíanica de Jesús de Nazaret o el Nazareno para sus primeros discípulos. Este vcarácter asoma por debajo de las imágenes apocalípticas que lo recubren».

 

-Pág.87-88: Sobre el problema de si Jesús tuvo realmente una conciencia mesiánica. Se citan las posturas de W.Wrede que la niega, frente a su afirmación por A.Schweitzer. Este último, rechaza que pueda atribuirse a Jesús la idea de una segunda venida o segunda ‘Parousia’ (en lo que coincide con M.Casey).

Cfr.pág.110-111.

 

-Pág.89-90: «La construcción teológica del secreto mesiánico responde al hecho -patente en la tradición sinóptica- de que Jesús no fue reconocido como el Mesías del Nuevo Testamento ni por sus inmediatos discípulos ni por ningún otro hasta el momento de la creencia en su resurrección. El mesianismo según Marcos -incomprensible para los discípulos, que fueron incapaces de captar la necesidad soteriológica de la crucifixión de Jesús-, consiste en la concepción del Mesías tal como fue forjado en la Iglesia primitiva, a saber: una concepción que combina elementos procedentes del concepto judío del Mesías tradicional de Israel con elementos de la idea de un Siervo inocente que padece, muere y resucita, y que es hijo sobrenatural de Dios». (Cfr.M.9.32). (Pág.369/Nota.15: «Recuérdese que el primer ser humano que reconoció la filiación divina de Jesús fue, según Marcos 15.39, el centurión romano en el Calvario. Los compañeros de Jesús lo reconocieron, probablemente, como el mesías judío, pero no advirtieron su divinidad. … El reino de Dios anunciado por Jesús es el reino de la espera judía tradicional»).

 

-Pág.90: «No es imposible que Jesús hubiera absorbido algún ingrediente teológico de la literatura apocalíptica, pero jamás pudo haber absorbido la figura del Hijo del Hombre tal como aparece en los evangelios, por la sencilla razón de que aún no existía en su tiempo». (Cfr.pág.372/nota-25. Donde se cita a Maurice Casey y su libro: ‘Sons of Man’, 1969, para corroborar lo anterior).

 

-Pág.93: «En la perspectiva de este estudio -de intención exclusivamente histórica-, Jesús de Nazaret es un personaje más, si bien de genio religioso y relevancia excepcionales, en la serie de pretendientes mesíanicos en el marco de la ideología revolucionaria del nacionalismo judío de base teocrática de la época» -aclara Puente Ojea.

 

-Pág.94: Secreto mesíanico (Ev.de Marcos): «La narración presenta a Jesús como manteniendo en secreto su condición mesíanica durante su vida terrenal, y pretende que había de ser revelada sólo tras su resurrección». Ojea habla del Ev.de Marcos y del Secreto mesíanico como un «artificio literario» empleado por el evangelista para salvar la tensión entre la idea mesíanica cristiana que está manejando, y las tradiciones reales sobre la vida y la  muerte de Jesús, que no podían contener una idea que se gestaría con posterioridad.

 

-Cap.IV.A.3.»Exégesis y teología».

 

-Pág.95: «En la Cruz, escatología e historia se confunden».

 

-(Nota 34-pág.376: se cita a D.F.Strauss).

 

-HERMENEUTICA: Pág-99. Sobre la misión hermenéutica del historiador. Cfr.pág.100,104,(380). // Crítica de la exégesis existencial de Bultmann, (quien extrapola la categoría heideggeriana de la pre-comprensión). .

 

R.Bultmann, «History of the sinoptic tradicion». // «Existence and Faith». Trad.Cleveland, 1963. «Jesus and the World» (Principal representante de la llamada teología existencial, actualmente fuertemente criticada por Puente Ojea y otros por la falta de visión histórico-crítica entre los continuadores de Bultmann -como E.Käsemann, K.Bornkamm, Conzelmann, Marxen, Perrin- y por la plataforma cristologico-existencial del propio Bultmann, que les acerca progresivamente al subjetivismo católico oficial y a la nulidad científica). Por lo visto leer a Bultmann puede tener interés, pero sus continuadores parece, en vista de la crítica expuesta, que carecen de todo interés para el estudioso; sirviendo tan sólo, para preparar al creyente a ultranza, para el «encuentro» existencial con el magisterio del Cristo resurrecto. Cfr.pág.101-103.  

 

-Pág.100: «Sólo los historiadores independientes -para quienes la pretensión de fe del sedicente mensaje no tiene relevancia existencial o psicológica, es decir, para quienes no es mensaje- están en condiciones de estudiar objetivamente la génesis y el significado históricos de los fenómenos religiosos».

 

-Pág-104: «La valoración del documento en cuanto a la verdad o la falsedad de su explicación del mundo es cuestión diferente de su exégesis, y corresponde a otras disciplinas del conocimiento» COMENTARIO: <No estoy de acuerdo. La citada actividad, netamente filosófica, puede e incluso debe formar parte de la labor hermenéutica. ¿Para qué se desarrolla esa magna tarea exegética si no es para llegar a una clarificación racional de los fenómenos historicos?. Ahora bien, efectivamente no se trata de una «valoración -subjetiva- del documento», sino de una ‘clarificación racional y coherente del documento’, a lo que nos tiene que llevar el análisis textual. Un estudio que nos aporte una medida de su ‘verdad o falsedad’, es decir, de su relevancia como fuente de conocimiento respecto al tema que trata>.

 

-Pág-104: «El historiador científico de las religiones necesita asegurar, por la naturaleza misma de su ciencia, una plena independencia de toda valoración derivada de una actitud fideísta. Incluso con esta cautela, su punto de vista jamás se libera del mundo de la práxis histórica al que pertenece».

 

 

-Cap.IV.A.4. «Jesús y el mesianismo judío». <*>.

 

-Pág.108: Sobre la inminente llegada del reino de Dios o instauración mesíanica: «Lo que verosimilmente ocurrió fue que, en tanto que Jesús esperaba que ese gran suceso escatológico irrumpiese antes de concluir su propio ministerio, o al menos inmediatamente después de su muerte -como sugirió Schweitzer-, los escritores sinópticos dilataron los plazos y transformaron las perspectivas con su idea de una segunda parousia gloriosa».

 

-Pág.108: «Esta dimensión de inminencia y subitaneidad mesiánicas queda bastante neutralizada en los relatos sinópticos porque sus autores ya no viven la misma experiencia de Jesús y sus discípulos; es decir, aquella experiencia de alta temperatura mesiánica que, concluida en amarga decepción, sería reinterpretada por la tradición evangélica en los términos de una teología de novísima orientación y diverso significado»… «-crucifixión y resurrección como punto de partida de la era de la Iglesia-«… «transformando esencialmente el sentido de la escatología: es decir, arrancándola de su matrix judía, para injertarla en el organismo de las soteriologías helenísticas -para lo que Pablo había ya formado el utillaje teológico preciso-.»… «El vocablo ‘cristós’ va vaciándose de su connotación adjetival mesiánica y convirtiéndose a la función denotativa de un nombre propio»… «En Marcos el sentimiento de inminencia es aún poderoso; en Mateo y, aún más, en Lucas, la duración proyecta las sombras de una progresiva secularización de la expectativa».

 

-Pág.108-109: «Esta es la radical novedad que introducen los autores del Nuevo Testamento en la esperanza mesíanica, arruinando así la significación original de la idea escatológica del pueblo de Israel. Pretender que esta alteración de la significación original pertenece nuclearmente al magisterio auténtico del Jesús histórico, es un prejuicio dictado por intereses que nada tienen que ver con la exégesis objetiva e independiente. En los ‘lógia´ de autenticidad más verosimil, Jesús aparece, no definiendo o interpretando el significado del reino de Dios, sino simplemente anunciándolo como algo inminente y de significación obvia; este hecho muestra con la evidencia deseable que Jesús hablaba del reino mesíanico de la tradición veterotestamentaria, es decir, del reino de Dios en la tierra -un concepto teocrático de doble naturaleza, político y religioso- que cumpliría de modo plenario la alianza que hizo de Israel el pueblo elegido y el instrumento de la soberanía universal de Yavé. Esta predicación de Jesús por referencia deja sin base la obstinada tesis de una discordancia fundamental entre el Nazareno y los judíos de su tiempo. Sólo situando esa predicación en el ‘Sitz im Leben des Volkes Israels’, puede comprenderse su verdadero sentido en cuanto portadora de la ideología mesiánica revolucionaria de la época».

 

-Pág.110-112: Sobre la inminencia mesiánica judía y la incardinación de Jesús en dicha tradición. Sobre la conciencia mesiánica de Jesús.

 

-Pág.112: El mesianismo judío: «La historia toda del pueblo hebreo está saturada de la idea mesiánica: en un cierto momento del tiempo histórico, un Mesías -un hombre ungido por Dios- restaurará Israel como pueblo de Yavé, lo librará de sus enemigos, será su rey y pondrá a todas las naciones sobre su dominio político y religioso».

 

-Pág.113-114: Sobre la historia de Israel (bibliografía en la pág.383), su ideología dominante pre-exílica y su «contraideología profética» como precedente de la «ideología mesiánica revolucionaria frente al yugo extranjero».

 

-Pág.115: «La destrucción de Israel como nación y su situación de dependencia, serían el estímulo decisivo para la cristalización del mesianismo en cuanto esperanza de una restauración futura y definitiva de Israel y su Dios».

 

-Pág.116: «Aunque la literatura profética tiende a disminuir paulatinamente el énfasis en el proceso histórico concreto de la realización mesíanica y a aumentar la dimensión sobrenatural y milagrosa -como resultado de sus repetidas decepciones-, el sentido de la historia del pueblo judío sigue siendo preponderante, y el acontecimiento no se concibe sino a través de hechos históricos». Pág.117: El «desdoblamiento carne-espíritu es ajeno a la conciencia judía». Pág.118: «Para el judío, lo trascendente y sobrenatural no es nunca algo abstracto, intangible, sino concreto y asequible».

 

-En la conciencia post-exílica del bajo judaismo se da la fusión del Hombre daniélico celeste de los apocalípticos con el Mesías davídico religioso y político a la vez. Pero siempre sin olvidar la alianza y promesa yavídica en la historia con el pueblo elegido. Por lo que el eje fundamental es el Mesías davídico, «el salvador es siempre el Mesías» (pág.121), al que se le acoplan elementos foráneos apocalípticos y espiritualistas.

 

-Pag.385 (nota 91): «Una de las razones de que no prosperase en el yavismo la idea de la vida extraterrenal de un alma inmortal individual radicaba en la doctrina del reino mesiánico». La esperanza del reino y la creencia en la resurrección corporal. El judaismo concibe al hombre como ser esencialmente unitario y de destino indiviso (unitarismo antropológico). El Antiguo Testamento no revela ninguna doctrina formal relativa al destino y suerte reservados a los muertos.

 

-Pág.121-122: Sobre el contexto ideológico (distintas clases sociales) en el que irrumpe Jesús de Nazaret.

 

Cap.IV.A.5. «El ideal teocrático y la revolución popular judía».

 

-Pág.123: «..las fuentes originales básicas para el conocimiento del cristianismo primitivo -epístolas paulinas, evangelios y actas apostólicas-..». Cuarenta años para el primero de los evangelios conocidos y veinte para la primera de las epístolas. Factores: a) el dilatado proceso de transmisión oral: cuarenta años separan la estabilización de nuestros textos sinópticos de la muerte de Jesús (Cfr.pág.393, nota 93). b) «La construcción organica de los datos recibidos de la tradición, en función de las motivaciones teológicas, y de los intereses ideológicos que las subyacen, de cada autor o círculo neotestamentario». (pág.387:nota-96): «En relación con los intentos de datación… cabe no obstante señalar, que los documentos reales existentes en que aparecen los escritos canónicos del Nuevo Testamento -tal y como han llegado in extenso hasta nosotros en el cuerpo del cánon eclesiástico- datan todos de fecha no anterior al siglo IV después de Cristo -cuando la primera metamorfosis ideológica del cristianismo estaba ya bien consolidada-. Así, el ‘Codex Sinaiticus’ y el ‘Codex Vaticanus’, por no citar sino los de mejor fortuna y mayor prestigio, sólo se remontan al citado siglo IV, siendo los más antiguos. Este hecho capital e incuestionable, si bien no fundamenta por si mismo los improbables desplazamientos de datación de los originales a que acostumbra la escuela mítica, obliga a manejar dichos documentos con suma cautela historiográfica en cuanto a su pretensión de autenticidad respecto del tenor general de los originales, todos ellos desaparecidos sin excepción. ¡Es sintomática esta radical pérdida de escritos sagrados que, según se alega, venían manejándose diariamente y en todo el orbe cristiano desde fechas tempranas!». Sobre las interpolaciones del siglo IV, Cfr.Pág.149, y 393(notas 171,172).

 

COMENTARIO: <Esto lleva a pensar que tales originales antiguos perdidos no han existido nunca -hipótesis extrema- en cuyo caso habrían de ser escritos en esa época, o que existiendo, sirvieron de base para la edición o redacción de los textos canónicos que se hizo con posterioridad al siglo IV. Edición: simplemente la recopilación de textos o Redacción: quizá empleando manipuladoramente el material documentario existente con anterioridad para presentar el nuevo. De cualquier modo lo cierto es que a partir del s.IV, la iglesia llevó a cabo una selección de los fuentes del cristianismo, de donde saldrían escogidos los textos «canónicos» que pasarían a formar la parte de la Bíblia llamada Nuevo Testamento, y desechados los «apócrifos» de forma más bien arbitraria>.

 

-Pág.125: Hay que situar a Jesús en el marco de los movimientos de protesta antirromana de la Palestina del s.I. de nuestra era. «Según los cuatro relatos evangélicos, Jesús fue crucificado por delito de sedición contra el gobierno romano de aquella provincia; por consiguiente, la explicación de ese final trágico es un problema rigurosamente histórico, al margen de toda evaluación teológica. Para dilucidar este problema se necesita describir brevemente el panorama económico, social y político de Palestina en los primeros setenta años del siglo I d.C.».

 

-COMENTARIO: <Si Gandhi hubiera sido condenado y ejecutado por los británicos en el marco de su protesta y movimiento de las masas indias, tendríamos el caso más parecido al de Jesús de Nazaret en la historia de la humanidad. También Sócrates puede cogerse como referente analógico del Nazareno. (Pues ambos son personajes que dieron su vida a causa de sus ideales y, curiosamente, ambos tienen que ser estudiados por referencia; al no haber dejado ningún testimonio escrito por ellos mismos. Como parece ser también el caso de Buda). Ahora bien, la diferencia esencial entre Jesús y Sócrates o Gandhi, puede radicar, en que estos dos últimos no han sido divinizados, ni han dado pie al surgimiento de un culto religioso bimilenario; al contrario que Jesús o Buda. // Hay que comprobar mi referencia a Buda y añadir a Lao Tse, tras comprobarlo también, teniendo en cuenta que todos estos personajes pudieron no haber existido nunca; muy improbable excepto en el caso de Lao Tse>.

 

-Pág.126: El partido de los Zelotas (zelotés=celoso), fundado por Judas el Galileo y el fariseo Saddok en el año 6 d.C., era el más popular y extremo de todos los movimientos sociales y políticos de Israel contra Roma.

 

-Pág.127: «Saduceos, Esenios, Zelotas, Fariseos, representan intereses sociales y económicos muy concretos… posiciones de clase en el seno de aquella sociedad». Secta saducea: nobiliaria, aliada de Roma, ideas próximas al helenismo. Flavio «Josefo escribe que hacia el año 100 a.C. ‘los ricos estaban al lado de los saduceos, la masa del pueblo apoyaba a los fariseos'». Pág.389,nota-101: Ojea cita a Brandon: «La resistencia a Roma se convirtió en un movimiento de las clases bajas y comportó también la hostilidad a la aristocracia judía»… «Los fariseos se habían convertido precisamente en directores espirituales de las masas». Fariseos: clase media intelectual y religiosa opuesta a Roma y a sus colaboradores. El mesianismo, la resurrección de los cuerpos y la esperanza de los goces del inminente reino terrenal de Dios judaicas expresaban su actitud nacionalista y teocrática «que era apoyada por la masa del pueblo». En esto coincidían con los zelotas, que les arrebatarán progresivamente el liderazgo y la representatividad de las aspiraciones del pueblo (cfr.pág.135); acercándose por el contrario los fariseos cada vez más al lado saduceo.

 

-Pág.128: «Las masas populares, cuanto más infelices, más desesperadamente se aferraban al proyecto mesiánico revolucionario que les prometía una vida digna en un reino teocrático. El Mesías era, para aquellas masas, la revolución». Los fariseos, como clase media, se volvieron cada vez más cautos y timoratos y se alejaron del extremismo revolucionario de los desposeidos. (Pág.129,Ojea parrafrasea las reflexiones historico-materialistas de Kautsky). Las masas populares de Israel disponían del incomparable cauce aglutinador y revolucionario de una gran «ideología teocrática nacionalista».

 

-Pág.130: «Las masas populares iban abandonando el fariseismo y se pasaban al zelotismo». Los zelotas se ganaban al pueblo representanto al pobre frente al rico y al judío contra Roma. Cfr.pág.135 y 137: Ojea cita a Brandon: «Es importante recordar este aspecto del zelotismo, cuando se evalúe la actitud de Cristo y sus discípulos hacia aquél. Tanto Jesús como sus discípulos eran del ‘pueblo de la tierra’ (‘am ha-‘aretz); y el magisterio transmitido de Jesús refleja vivamente la actitud del pobre hacia los que llevaban vestimentas suntuosas, tomaban comida esmerada y vivían en casas principescas, como escribió Lucas».Cfr.Lc 7.25.

 

-Pág.131-132: «Esta fue la atmósfera de discordia civil y fiebre mesiánica en que vivió Jesús y se constituyó la comunidad cristiana original; no el cuadro idílico que pinta un E.Renán…». El periodo crucial del 6 al 70 d.C. es el que  confiere su sentido al al fenómeno cristiano original. (Lucha, hambre, muerte, brutalidad romana; ideal teocrático).

 

-Pág.132: «La inminencia del reino de Dios es una constante de esa época». Así como para Jesús mismo. Cfr.Marcos 1.15, 13.29-30. Y «explica la política suicida de los zelotas». Pág.133: «el zelotismo no era, de ningún modo, un simple movimiento terrorista…, sino una de las expresiones -quizá la más consecuente- del mesianismo escatológico judío del periodo intertestamental, continuador de los Profetas y de los Macabeos, coincidente con los fariseos en la fe».

 

-Pág.134: Hubo en aquella época varios pretendientes a la personalidad mesiánica que querían avalar con poderes taumatúrgicos, pero la reputación mesiánica de dichos pretendientes no sobrevivía al fracaso de la empresa, que acababa con la muerte. «Tales fiascos no lograban minar la convicción popular de que Yavé enviaría un Ungido para redimir Israel. Lo peculiar de la pretensión cristiana radica en que los discípulos de Jesús siguen considerándolo Mesías aun después de su crucifixión».

 

-Pág.134-135: Sobre el mesianismo tenemos «la gloriosa entrada en Jerusalem de Menahem, jefe del zelotismo e hijo de Judas el Galileo en el año 66 d.C., entró como rey (basileus), según precisa Josefo; es decir, como Mesías. Poco después pagaría con su vida esta entrada triunfal, anticipando esa peculiar fusión de triunfo mesiánico y martirio; justamente, el martirio romano de crucifixión, como máxima pena infligida a los sediciosos. El horizonte en que se inscribía el zelotismo como praxis era precisamente esta posibilidad de sacrificio vital, conscientemente asumida, en cuanto vía de realización del reino mesiánico».

 

COMPROBAR: En que época escribe y vive Flavio Josefo, porque hay contradicción entre las notas tomadas de la pág.127 y las de las pág.134-135. <Yo creo que lo correcto es lo consignado en la 134-135 pues en las notas de la pág.126 tenemos que el zelotismo se funda en el 6 d.C.>.

 

-Pág.137: La argumentación de Flavio Josefo que presenta a los zelotas como malvados terroristas y que se convirtió en estereotipo de la historiografía occidental carece de fundamento real. No obstante, pese a los epítetos condenatorios, Josefo no transmite información sobre el hecho real… «No se trataba, pues, de simples delincuentes, sino de piadosos patriotas que identificaban la causa de Israel con la de Dios, y la causa de Dios con la de los pobres y oprimidos»… Pág.138: «Josefo vió a Jesús como un pretendiente mesiánico de carácter político; su relato debió ser tan ofensivo para los cristianos posteriores, que hubo de ser revisado y alterado hacia fines del siglo III d.C.»…. «La cruz era el símbolo del sacrificio zelota, antes de transformarse en el símbolo de la salvación cristiana», Brandon citado por P.Ojea.

 

Cap.IV.A.6. La primera comunidad cristiana de Jerusalén y los ideales de Israel.

 

-Pág.138: «Sobre este fondo de excitación mesiánica y de ruda pugna civil y política de los judíos oprimidos frente a los poderes vigentes nace la empresa cristiana. Pero es imposible conocer y valorar la actitud del propio Jesús sin conocer primeramente la fe y la conducta de la comunidad cristiana original…, constituida en Jerusalén tras la crucifixión del Nazareno».

 

-Pág.139: No sólo no poseemos escrito alguno de la mano de Jesús, sino que todos los de la primitiva comunidad cristiana de Jerusalén desaparecieron tras su destrucción por las huestes romanas de Tito, en el año 70 d.C. Pese a estas carencias el presente estudio pretende llevar a cabo «la tarea de caracterizar ideológicamente al cristianismo original», como han hecho también los estudios de Brandon. «Los cuatro relatos evangélicos y las actas apostólicas atesoran ciertas tradiciones que proceden en gran parte de la iglesia-madre de Jerusalén. Pero éstas tradiciones están frecuentemente tan reelaboradas, truncadas o interpoladas, que no siempre resulta posible recuperar su núcleo histórico original. Cada uno de los evangelios fue escrito por una comunidad eclesial de lengua griega situada fuera de Palestina, y acredita una actitud gentil en su forma y composición».

 

-Pág.140-141: Las epístolas paulinas, aún siendo anteriores a los evangelios sinópticos, no nos informan sobre el Jesús histórico, que es absolutamente negado en favor del divino, ni sobre la iglesia-madre de Jerusalén; (dadas además las interpolaciones y manipulaciones que sufrirían durante la gran crisis gnóstica de la Iglesia del siglo II). Pablo habla de sus oponentes dentro de la comunidad cristiana como pág.141:»gentes que enseñan un evangelio diferente y presentan a otro Jesús… Reconocía que sus rivales eran hombres de admitida autoridad, que procedían de Palestina y que postulaban una doctrina que era anterior a la suya y recibida del propio fundador» (Cfr. II Cor.11.5, 11.22-31; Gal-1.6-9, 2.2-10, 6.12-13; I Cor 1.12, 3.21-22, 9.1-2; II Cor 3.1-3, 10.12-18, 11.4-6 y 13-15). En vista de los cual «se impone una conclusión: el otro evangelio, era, simplemente, la fe… profesada por los discípulos coetáneos y compañeros del Jesús vivo» (pág.141-142), el evangelio de la Iglesia-madre o primera comunidad cristiana de Jerusalén. (Cfr. Gal 2.9, 1.15-17; I Cor 3.18, 21).

 

-Pág.142: Pablo de Tarso «elabora una versión de la fe que es divergente de la original en puntos esenciales, y que estaba destinada a un público no-palestiniano que ni podía compartir la honda vivencia de la esperanza mesiánica judía tradicional, ni acertaba a comprender la peculiaridad de la escatología que integraba el destino político y religioso de israel como pueblo elegido. Para este público, de mayoría gentil, Pablo forjó el ‘evangelio de la incircunsición’, contrapuesto al ‘evangelio de la circunsición’ de los apóstoles de Jerusalén». Cfr.Gál 2.7-9. Lo que comporta no solamente una disyunción judíos versus gentiles, sino una divergencia de contenidos teológicos: un evangelio judío versus un evangelio no-judío. Pág.142-143: «Porque el evangelio paulino no estaba determinado por las vicisitudes de la personalidad concreta y del acervo biográfico de Cristo ‘según la carne’ (kata sarka), es decir, del Nazareno en cuanto Mesías de Israel. Este Jesús queda sumergido en una masa de especulación esotérica emparentada con los cultos mistéricos y las corrientes gnósticas, neopitagóricas y estóicas. Cristo es representado como un salvador que se sacrifica por toda la humanidad -no como martir de Israel- y cuya expiación opera una transformación sobrenatural de quienes acogen el ‘chárisma’ de la conversión individual; se sacrifica expresamente para instaurar una vida y una muerte místicas de cada hombre en el interior de la fe. El bautismo paulino simboliza este místico morir con Cristo para vivir en él una nueva vida».Cfr.Rom 6.1-11, 8.1-13, 6.4, 6.8. COMENTARIO: <Las similitudes con los ritos iniciáticos de la Grecia clásica y helenística hablan por si solos>. Cfr.pág.144, donde Ojea cita a Brandon, sobre la dicotomía iglesia paulina / iglesia judeocristiana.

 

-Pág.143: «El bautismo como una especie de ‘metánoia’ metafísica no se conocía en Palestina, donde el rito -tanto precristiano como judeocristiano- tenía una significación solamente moral».

 

-(Pág.391: nota.150: Ojea cita a Bultmann: «El Cristo paulino inaugura una nueva ‘Weltanschauung’ religiosa en marcado contraste con la mente del Jesús histórico, el cual -como afirma J.Klausner- ‘no pronunció ni una sola palabra con intención de fundar una nueva religión o una nueva comunidad religiosa'»).

 

-Pág.144: Con Pablo, la segunda venida de Cristo que acepta formalmente y transforma, la nueva vida de resurrección en Cristo; pasa a ser una experiencia mística presente, en lugar de una expectativa mesiánica futura.

 

-Pág.145-146: «Según el propio testimonio de Pablo, su evangelio acabó siendo inequívocamente repudiado, su autoridad apostólica desmentida y él mismo expulsado por los líderes de la iglesia de Jerusalén, quienes pudieron obrar así ante un hombre que no era discípulo de Jesús. Pero los finales de la historia suelen resultar sólo vísperas. Pues ‘la ironía de la situación -como escribe Brandon- …es que es el evangelio de Pablo el que ha sobrevivido, y conocido de nosotros por sus escritos, mientras que el evangelio de los cristianos de Jerusalén sólo puede ser reconstruido a partir de lo que puede recogerse, también por inferencia, de los Evangelios y los Hechos. Este manifiesto triunfo de la versión paulina de la fe hay que retrotraerlo indudablemente al derrocamiento judío del año 70 d.C., y constituye otro aspecto del problema fundamental con el que nos enfrentamos aquí: a saber, el de discernir las ideas y la perspectiva de los judeocristianos originales, a través de los escritos de otros que, o bien fueron sus antagonistas, o bien utilizaron el conocimiento de aquellos para sus fines particulares'».

 

-Pág.392: nota 159: «Cfr.Hechos 6.7, 15.5. Es curioso notar que durante su ministerio en Galilea y Jerusalén Jesús se presenta en los evangelios canónicos como oponiéndose a los escribas y los fariseos, pero en el relato de la Pasión -la tradición seguramente más antigua- sus enemigos son los sumos sacerdotes y los ancianos. La hostilidad antifarisaica puede reflejar, con gran probabilidad, la pugna antijudía de la Iglesia después del año 70 d.C.». <Es decir, sería un eco de la lucha entre la tradición judía y la nueva iglesia paulina>.

Idea que cristaliza a partir de la relativamente tardía Epístola a los Hebreos, claramente postpaulina (entre el 85 y el 110 d.C.).

 

-Pág.147: Santiago, el hermano de Jesús era uno de los pilares de la Iglesia de Jerusalén. Santiago, Pedro y Juan, por este orden, se reputaban los pilares de la Iglesia, Cfr.Gal 2.9. «Hacia los años 37-38 d.C., parece que Santiago era ya un personaje notable en la iglesia de Jerusalén; y hacia los años 43-44 debió suplantar a Pedro en la presidencia de esa iglesia madre». Cfr.Hechos 21.17-24… «A Jesús sucedió Santiago, y a este un tal Simeón, ‘un primo del salvador’Cfr.Eusebio de Cesarea, -Historia Eclesiástica III,11». La sucesión por parentesco parece seguirse de la idea mesiánica davídica y del principio dinástico zelota.

 

-Pág.148: Santiago era un judío ortodoxo estricto observante de la Tora. Hecho que confirma -según Brandon- que dicha Iglesia se veía como parte integrante de Israel. Pablo se entrevista con Santiago y se somete a su autoridad, aunque ello no logra evitar el dramático final de su deportación a Roma.

 

-Pág.148-150: «La actitud general judeocristiana ante el movimiento zelota -en cuanto expresión eminente del mesianismo judío intransigente- queda bien reflejada en el trágico final de Santiago, ejecutado en el año 62 por orden del sumo sacerdote Ananus». Ananus era un saduceo, y parece claro que Santiago fue purgado, y juzgado por el Sanhedrín, bajo la falsa acusación de haber infringido la Ley. El contexto de esta muerte es la lucha entre el bajo clero revolucionario y la casta sacerdotal aristocrática y prorromana.

 

-Pág.150-152: La actitud de los judeocristianos de Jerusalén era hostil a los gentiles, y no partió de esta comunidad la idea de evangelizarlos (Cfr.Mt 10.5-6, 15-24); sino que se debe a Pablo y su justificación universal por la fe, que altera el concepto tradicional de la elección como reservada a los judíos. Tan pronto como la iglesia de Jerusalén es consciente del carácter del evangelio de Pablo «que negaba radicalmente el status espiritual privilegiado de Israel», dicho evangelio fue drasticamente desautorizado.  

 

-Pág.156: «Los primeros cristianos continuarán viviendo como judíos celosos de la Ley, distinguiéndose por sus compatriotas sólo por la creencia de que Jesús era el Mesías y retornaría pronto a la tierra como Mesías de Israel». La idea de la segunda parousía inminente, los relatos de resurrección, es decir, la supervivencia de la pretensión mesiánica de Jesús tras su muerte; es el fundamento de esta comunidad judía. «Pero este evangelio tenía que chocar con el predicado por Pablo, pensado para una situación muy diferente: la de las masas gentiles de un Imperio pagano que, caminando a su total agotamiento espiritual, sólo dejaba a las almas la posibilidad de hallar reposo psicológico en formas alienadas y vicarias de existencia; es decir, en las formas religiosas de salvación individual e interior. En el Evangelio de Jerusalén no tenían lugar esas masas gentiles, pues la vindicación de Israel implicaba la destrucción del Imperio y el juicio de las naciones. por ello, la creación paulina se apoyaba en las categorías de la cultura helenística, si bien incorporándolas al acervo de la tradición rabínica y al legado mítico de la gran literatura hebrea, con su potente espiritualidad. Su gran acierto fue concentrarse en el hecho de la crucifixión de Jesús -justamente en el ‘skándalon’ de los judíos-, pues allí radicaba el único punto básico de conexión entre el fenómeno cristiano y la tradición soteriológica del mundo helenístico».

-Pág.157: De la mano de Pablo «el Mesías de Israel se transmutaba en el evanescente y celeste salvador de toda la humanidad»… «Como escribe A.Robertson, Pablo -predicó una religión mistérica en la que el Cristo-Jesús de la propaganda revolucionaria se transformó en un espíritu divino mediante el cual los hombres mortales podían revestirse de inmortalidad. Transfirió el reino de Dios desde este mundo al otro-«.

 

-Pág.157-158: «Si los catastróficos sucesos del año 70 no hubieran destruido definitivamente la ‘Urgemeinde’, -la versión paulina del cristianismo (como escribe Brandon) habría seguramente perecido, y el movimiento que surgió de Jesús de Nazaret habría quedado reducido a una pequeña secta, con una creencia mesiánica peculiar, dentro del cuerpo del judaismo».

 

-Pág.160: A partir del año 70, jamás vuelve a oirse hablar, en ninguna fuente conocida, de la iglesia-madre de Jerusalén. Roma, Alejandría y Antioquía son las nuevas sedes de la autoridad subapostólica, iglesias de gentiles con el evangelio de Pablo como fuente doctrinal.

 

-Pág.161-162: La ‘Urgemeinde’ «difería radicalmente de la cristología de Pablo, según la cual el Hijo de Dios celestial y preexistente había asumido la corporeidad del hombre Jesús, de la estirpe de David, nacido de mujer. Para la ‘Urgemeinde’ por el contrario, Jesús era el profeta poderoso de palabra y de obra, el servidor de Dios, el maestro; pero siempre un hombre, jamás un ser divino». Cfr. Lc 24.19 / Hechos 3.22, 7.37, 3.13-29, 4.27 / Mc 1.22.

 

-Pág.162: «Así, los judeocristianos estaban interesados como los zelotas en la restauración de Israel y la hegemonia incontestada de Yavé; y su ‘Weltanschauung’ era la propia de los judíos fieles a la Alianza, que no transigian con la prevaricación de sus clases dirigentes. Sólo diferían de los zelotas en que creían que un profeta, crucificado como martir de la causa de Israel a manos de los romanos, había sido resucitado por Dios y retornaría muy pronto para realizar el reino mesiánico prometido». Cfr.pág.397.nota-245: «Adviértase que los ladrones que acompañaron a Jesús en la cruz eran probablemente zelotas».

 

Cap.IV.A.7. «La empresa mesiánica de Jesús».

 

-Pág.163: Fuente principal de la ideologia de la empresa mesiánica de Jesús: el evangelio de Marcos. ‘Sitz im Leben’: Escrito en la comunidad cristiana de Roma, en el año 71, a raíz de la victoria romana sobre el nacionalismo judío. El autor del ev. de  Marcos se esfuerza en justificar la catastrofe judía del año 70 como algo previsto y anunciado ya por el propio Jesús; pues el tema de la destrucción del Templo era importante en esa época.

 

-Pág.166: «Se trataba de interponer un abismo insalvable entre la ideología revolucionaria politico-religiosa del mesianismo de la Urgemeinde y demás sectas judías, y la soteriología de orígen paulino que postulaba un Cristo universal, místico y pacífico». Este es el contexto de interéses teológicos de Marcos. Pág.167: «La narración de Marcos se propone presentar la carrera del Nazareno eliminando de ella toda su dimensión politico-religiosa, manifiesta en la tradición recibida. Para este relato sui generis, el obstáculo mayúsculo era el hecho mismo, innegable, de la condena a muerte del Nazareno por el delito de sedición, ejecutada por un procurador romano, juntamente con la de otros insurgentes». Marcos legitima el pago de tributos al Cesar (Cfr.p.183) y luego exonera a los romanos de la muerte de Jesús atribuyéndosela a los jerarcas judíos empeñados en perderle. Así presenta a Pilatos intentando salvar a Jesús pero forzado primeramente por los dirigentes judíos a condenarlo y en segundo lugar por todo el pueblo judío en el «extraño episodio de Barrabás». Finalmente tras la Pasión, Marcos presenta a un centurión romano, un gentil, como el primer hombre que captó la divinidad de Cristo (Mc 15.39). Una leyenda destinada a un público romano pobre e iletrado.

 

-Pág.169-170: «Cabría pensar que Pilatos, ante el celo conservador y el ánimo precavido de las autoridades judías, recibiera con satisfacción la entrega de un sedicioso… Entonces, ¿cómo pudo un hombre como Pilatos, -de cuya brutalidad e ínfima reputación moral entre los judíos nos informa muy bien Josefo- mostrar la menor repugnancia en proceder contra Jesús?»… «Nadie conoce hasta hoy testimonio alguno que respalde la autenticidad de la supuesta costumbre romana, invocada por Marcos, de liberar a un prisonero judío por Pascua; ni nadie concibe que, en una época crítica de gran tensión revolucionaria, pudiera permitirse un poder de hierro como el romano el lujo de sancionar semejante medida de gracia». Luego Marcos pretende que el pueblo judío, aleccionado por los aristócratas proromanos que odian, pidan la muerte de quien habían aclamado como mesías politico-religioso días antes, en un acto insólito dentro del derecho procesal romano.

 

-Pág.171-172: «No es hoy posible conocer la génesis del episodio de Barrabás. Quizá no es pura invención, pues Jesús parece haber estado relacionado de alguna manera con un movimiento de resistencia popular contra Roma por aquellos días. Pudiera radicar aquí la clave de toda la acción de Jesús en Jerusalén, pero no puede ya recuperarse como consecuencia del cuidadoso enmascaramiento a que la tradición sinóptica sometió los sucesos de aquellos días cruciales para la empresa mesiánica del Nazareno».

 

-Pág.172: «La apología ad christianos romanos, compuesta por Marcos, tuvo incalculables consecuencias, pues una parte considerable de la humanidad vive aún hoy en el cuadro mental de esa apología».

 

NOTA VINO.TXT: Cfr.p.172,400.

 

-Pág.173: «La conducta de la familia de Jesús con él, la deserción final de las masas, el retrato peyorativo de los discípulos, especialmente de Pedro -que ni entienden su verdadera naturaleza mesiánica ni conciben la necesidad soteriológica de su muerte-, etc., son rasgos que están, todos, en la misma línea de descredito de la nación judía».

 

-Pág.174: «El expediente del secreto mesiánico tiene una inmensa significación para este estudio, porque manifiesta que el Jesús histórico se movía plenamente en el marco del mesianismo judío tradicional, y que sólo la Urgemeinde comenzó a atribuirle la idea del sufrimiento isaíaco para poder armonizar via scripturae el ideal con los hechos. Jesús apostrofa a Pedro en estos términos: -quítate allá, Satán, pues tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres-; es decir, los pensamientos del pueblo judío, el cual queda, en la persona de Pedro, descalificado por aferrarse a la esperanza mesiánica tradicional, aquella que allá por los años 70 de nuestra era se aparecía como el delirio abominable de un pueblo egocéntrico. La Urgemeinde, aunque ya había puesto un hito importante para la nueva cristología al explicar teológicamente la tragedia del Gólgota mediante la figura isaíaca, aún se mantuvo resueltamente y sin equívocos en el marco esencial del mesianismo judío. Los evangelios canónicos, por el contrario, abandonan radicalmente este marco -y su consiguiente naturaleza político-religiosa- y asumen una cristología de orientación eminentemente paulina».

 

-Pág.175: «Confrontado por la necesidad de explicar la ejecución romana de Jesús -resume Brandon-, el autor de Marcos sustituyó la historia judeocristiana original de la muerte de Jesús como martir a manos de los paganos romanos y sus colaboradores judíos, por la de un asesinato largamente madurado del Hijo de Dios por los líderes judíos apoyados por su pueblo».

 

-Sobre la DIVINIDAD de Jesús Cfr.pág.400,nota-274.

 

-Pág.176: «La crucifixión de Jesús se convirtió en el tema teológico central del Nuevo Testamento, oscureciendo para siempre la verdadera causa de aquella muerte y el contexto politico-religioso en el que indudablemente se inscribió».

 

-Pág.177-180: Resúmen de los hechos de la muerte de Jesús a la luz de los resultados de la investigación historico-crítica.

 

-Pág.183: Sobre el tributo a Roma: La respuesta negativa de Jesús que Marcos hace aparecer como positiva -Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios-(Mc 12.17) «es la misma que hubiera dado un zelota, para quien era obvio que la tierra y el pueblo de Israel no eran del Cesar, sino sólo de su Dios». Los cristiano-romanos a quienes está dirigido el evangelio de Marcos, ignoraban que «pagar tributo a Roma, equivalía a dar al César lo que era de Dios» y vieron el pasaje como una insinuación afirmativa y conforme con el tributo. «Lucas, que escribe en tiempos en que las cuestiones resueltas por Marcos no eran ya candentes, no se recata de informarnos que los dirigentes judíos acusaron a Jesús, ante Pilatos, de estar -pervirtiendo a nuestro pueblo; prohibiendo pagar tributo al César; y diciendo ser El el Mesías rey-» (Lc 23.2).

 

-Cfr.Pág.403,nota-308: A.Robertson interpreta que el Evangelio original en el que se basó Marcos, habría sido compuesto en Palestina, en lengua aramea, durante la guerra judía (66-70 D.C) con un marcado carácter revolucionario a la vez que explicatorio de la catastrófica derrota final.

 

 

Cap.IV.A.8. «La ideología del evangelio original».

 

-Pág.185-186: «La tradición original postula una ética de crisis, drástica en su formulación, eminentemente agónica, incluso de guerra: su Sitz im Leben es la comunidad cristiana de Palestina en el siglo I, hasta el año 70. La tradición opuesta, de cristalización tardía, acoge una ética social de resignación, pacifista, interiorizannte, universalista, de mansedumbre: su Sitz im Leben son las comunidades cristianas gentiles influidas por el paulismo, antes y, sobre todo, después del 70″. …»El evangelio original presentaba así una ética interna de fraternidad, en el contexto de una ética externa de hostilidad» a los enemigos de Israel. Guerra hacia afuera y amor hacia adentro. Los evangelios canónicos transformaron la ética fraternal de los judíos mesiánicos en una ética universal del amor valida para todos los hombres y naciones, prescindiendo y ocultando el contexto histórico real.

 

-Cfr.pág.404,nota.309-En cuanto al amor al prójimo de los sinópticos, cuando Jesús dice -amad a los enemigos- la palabra es ‘inimicus’ (enemigo privado, personal) no es ‘hostis’ (enemigo público, político, extranjero).

 

-Pág.187: Contradicciones de los evangelios canónicos: «Pero lo más chocante es la existencia en una misma narración de dos noticias sobre el nacimiento de Jesús tan contradictorias como la de su concepción sobrenatural en el seno de una virgen y la de su filiación natural davídica. En Mateo se enumeran las cuarenta y dos generaciones desde Abraham a José, para probar genealógicamente que Jesús descendía de David; pero en el mismo capítulo se afirma que lo concebido por María -es obra del Espíritu Santo-«. Cfr.Mt 1.1-7, 1.18-25. Y la misma contradicción aparece en Lucas 1.26-38, 3.23-38. También Pablo habla del origen humano de Jesús, Rom 1.3 / Gál 4.4.

 

-Pág.188: En el Nuevo Testamento hay dos modelos éticos. «En uno de dichos modelos se presenta a Jesús y a la Urgemeinde como enemigos violentos del orden económico, social y político vigente, como revolucionarios y heraldos de un nuevo orden, que proclama la lucha de clases, la práctica revolucionaria, el comunismo de bienes, el desprecio al trabajo, la relegación de la familia». En este modelo hay una clara hostilidad contra los ricos y los poderosos y una vocación transformadora plenamente revolucionaria y violenta. Lc 1.52, 4.18, 12.39, 16.25-26, 16.16, 18.22-25, 6.20-21 y 24-26 / Mt 20.25-27, 23.11-12, 10.34, 11.12, 24.6,

 

-Pág.190: «La naturaleza terrestre del reino mesiánico, el odio a Roma y el espíritu de venganza alcanzan expresión extrema en el Apocalipsis de Juan. Este escrito siempre ha sido un grave escollo para la ética de la Iglesia, pues está en neto contraste con la orientación ideológica del cristianismo oficial. Eusebio de Cesarea ha dejado constancia de los apasionados debates, todavía en el siglo IV, que precedieron a la inclusión final del Apocalipsis en el canon del Nuevo Testamento».  Es un documento «comprometedor para una visión pacifista y espiritualista del mensaje cristiano».

La datación del Apocalipsis es tema de controversia, sin duda del s.I, hay quienes lo sitúan antes del año 70 y quienes lo consideran posterior.

 

 

-Pág.191: Apocalipsis: «En su conjunto, el documento es prueba irrefutable de la ideología mesiánica revolucionaria del cristianismo original, y de la perspectiva de violencia en que se movían los judeocristianos del s.I».

 

-Pág.192-193: COMUNISMO CRISTIANO: Sobre la comunidad de bienes y el comunismo de los primeros cristianos. Cfr. Hechos 2.42-47, 4.32 y 34-35 / Lc 18.22, 14.33, 12.33 y 18-22 / Jn 12.3-6, 13.27-30 / Mc 10.17-26. «La mayoría de los teólogos han tendido a oscurecer este régimen rigurosamente comunitario de la Urgemeinde, por razones marginales a la exégesis, pero directamente vinculadas a su situación de clase». Se citan como ejemplo a J.Weiss y a E.Troeltsch.

 

-Pág.194: «En Mateo, el revisionismo socioeconómico es ya manifiesto, y se refuerza con el ulterior desarrollo de las iglesias cristianas gentiles».

 

-Pág.194-195: Desprecio al trabajo Lc 12.22-34.

 

-Pág.196: Destrucción de la familia: «El sentido de la solidaridad de un régimen comunitario de vida debilita también la solidaridad excluyente que caracteriza al círculo familiar. Así, la hostilidad a la familia, que ya era notoria en la ética de los esenios, se reitera en la ética cristiana original -como ocurrirá igualmente, más tarde, en las sectas milenaristas cristianas». Cfr Mc 3.31-35 / Nota 361,p.407-8 / Lc 14.26 / Contra el matrimonio Lc 20.34-35.

 

-Pág.200: «El movimiento cristiano original, iniciado por Jesús y proseguido por la iglesia-madre de Jerusalén, fue un episodio más en el contexto de la vocación revolucionaria politico-religiosa de Israel, si bien el episodio de más universales consecuencias del mundo antiguo -aunque tales consecuencias fueran imprevisibles para sus protagonistas».

 

 

Cap.IV.B. LA IDEOLOGIA DEL NUEVO TESTAMENTO Y SU DESARROLLO EN LA TRADICION PATRISTICA.

 

-Cap.IV.B.1. «El Cristo pacífico de los evangelios canónicos».

 

 

-Pág.200: «El modelo evangelico antijudío compuesto por Marcos inspiró esencialmente los relatos evangélicos que le siguieron, preocupados por amplificar la imagen de un Cristo pacífico. Esta concepción -tenía (escribe Brandon) la doble virtud de ser compatible con la divinización de Jesús y de garantizar al gobierno romano que el cristianismo no era políticamente subversivo-«.

 

-Pág.202: «Al parecer, el relato de Mateo pudo haber sido escrito en el seno de la iglesia judeocristiana de Alejandría… mientras que parece probable que el de Lucas se deba a un cristiano paulino miembro de una iglesia de Aquea»… «Mateo pone particular énfasis en asociar a todo el pueblo judío -no sólo a su clase dirigente- a la responsabilidad deicida». Su intención es desentenderse del mesianismo judío tradicional, desprenderse del Israel étnico en beneficio de una reinterpretación del Israel espiritual. La versión de Mateo de la tentación de Satán se transforma en la renuncia solemne al imperio sobre el mundo.

 

-Pág.204: «El evangelio de Lucas se propone, igualmente, subrayar el carácter pacificador de Jesús. En los Hechos, su intención era presentar el cristianismo como una fe acogida por los gentiles y protegida por los magistrados romanos frente a la malignidad de los judíos». Se propone p.205: «sugerir que la misión del Crucificado había sido de paz y de perdón».

 

-Pág.205: «Por consiguiente, los evangelios de Mateo y de Lucas articulan fuentes judías y paulinas siguiendo fundamentalmente el arquetipo de Marcos, pero con las matizaciones más pertinentes en vista de los intereses de ciertas iglesias… …ambos evangelistas afianzan y amplifican, en conjunto, la imagen pacifista del Cristo de Marcos, a la vez que extienden al pueblo judío en bloque la culpa por la condena de Jesús». «El giro ideológico iniciado por Marcos queda así consumado y fortalecido. Lo más notable de este giro se refleja en la nueva ética universal del amor en conexión con la febril espera escatológica de un reino espiritual y trascendente».

 

-Pág.206: Cfr.Elementos de la naturaleza híbrida de los sinópticos… «El giro doctrinal de Pablo, consolidado por el relato de Marcos, transformó radicalmente la orientación ideológica revolucionaria original». La disposición ética que se postula en Mateo y Lucas fundamentalmente es la mansedumbre y la sumisión al orden presente del mundo. Cfr.Mt 5.9, 5.1-12, 5.44-45, 5.39-41; Lc 6.20-26, 6.29-30 y 37. Las reivindicaciones terrenales se evaporan y la exaltación idealista del amor alcanza su climax. Pág.207: «La consigna es el conformismo con el orden de explotación vigente, la obediencia y resignación, la benevolente actitud hacia las autoridades romanas».

 

-Pág.207: «Este proceso de inversión de la ideología cristiana original está decididamente influido… por la patética espera escatológica y la confianza incólume en la paruosia inminente de Jesús, así como por la progresiva sustitución del reino mesiánico material por un reino esencialmente espiritual y trascendente» (Citado el cuarto Evangelio Jn 18.36: no obstante, p.208: «la decisiva inflexión desde un reino mesiánico terrenal hasta un reino mesiánico exclusivamente celeste se inicia expresamente en los sinópticos, atentos y dóciles discípulos de Pablo en esta cláusula fundamental de la ideología cristiana», que culminará en Juan)…  Pág.208: Nacimiento de «un credo religioso que iba a funcionar como eficacísima ideología del poder durante veinte siglos».

 

-Pág.209-211: La ética de los evangelios canónicos es una ‘Interimsethik’ o ‘Zwischenzeit’ que no tiene nada que ver con una institución en una sociedad terrenal durable. Es una ética del amor absoluto previa al ‘éschaton’ o ‘parousia’, rodeada del fenómeno psicológico de la inminencia del fin de los tiempos y el juicio final, y postulada en para una hora de crisis radical y definitiva. Pág.211: «No puede comprenderse el avatar histórico del mensaje cristiano si se pierde de vista el fenómeno esencial del progresivo debilitamiento de la espera escatológica, a medida que el transcurrir del tiempo hacia menos probable el cumplimiento de las promesas».

 

-Pág.212: «La ética evangélica del amor absoluto -derivación unilateral y universalizante de la compleja ética bifronte de Jesús y la Urgemeinde- jamás se ocupó del Estado en cuanto tal»… A pesar de ello, la ética pacifista de los Evangelios muy pronto sería utilizada para apoyar abiertamente el orden institucional romano». La reelaboración teológica se preparaba p.213: «para edificar nada menos que una imponente doctrina cristiana del poder político».

 

-Cap.IV.B.II. «El precedente paulino como plataforma ideológica de la nueva fe».

 

-Pág.214: En Pablo «la dualidad carne-espíritu, paralela al dualismo helénico tradicional cuerpo-alma, aparece formulada en términos tajantes». Cfr.Rom 8.5-6. La noción de naturaleza caida es el punto de parentesco entre el cristianismo y la gnósis, pág.215: «la única diferencia importante reside en que el cristianismo paulino añade a la idea de destino, la de culpabilidad». En la elaborada metafísica helenistico-oriental late el fondo gnóstico del pensamiento de Pablo.

 

NOTA VINO.TXT-Pág.214/I Cor 10.16 y 12.27. Comunidad mística similar a la de los cultos mistéricos antiguos.

 

-Pág.216: Doctrina antirevolucionaria de satisfacciones subliminales: «el esclavo, dice Pablo, se hace un -liberto del Señor-; y el amo -un esclavo de Cristo-. Así, la disposición a luchar por la libertad real en la sociedad cesa radicalmente; la esclavitud ya no se siente como condición degradante y miserable, pues la nueva nobleza de la fe provee del adecuado ingrediente psicológico compensatorio». Cfr.I Cor 7.21-22. «Pablo formula sin equívocos el principio de obediencia al orden civil establecido» Cfr.I Cor 7.17,20,24 / Efes 6.5, 7-8 / Tit 2.9-10. Y legitima al Estado y al poder de la forma más reaccionaria-Rom 13.1-7. Pág.217: porque «no sólo se predica la sumisión incondicionada a los poderes dominantes establecidos, sino que se llega a la pretensión de que sólo los que obran mal han de temer a esos poderes» curiosamente ungidos por Dios.

 

-Pág.218: Fidelidad, por tanto, al espíritu de mansedumbre -Gál 6.1-5. «El cumplimiento de este precepto sólo encontrará su premio en la vida eterna del más allá» -Tit 3.1-2. «Los cimientos de la ideología conservadora del Nuevo Testamento, en cuanto ideología del apoyo, directo o indirecto, a los poderes de dominación, se encuentran sólidamente implantados en la teología de Pablo»… En contraste con el cristianismo paulino vemos que «la extrema escatología de la Urgemeinde no había conducido a esta a pensar en términos de conformismo ideológico, sino, al contrario, de revolución integral».

 

-Pág.219: En Pablo cambia la concepción del tiempo, la nueva vida del cristianismo paulino es una experiencia presente, no futura, en base a la doctrina iniciática del bautismo como muerte y renacimiento en integración mística con el Cristo trascendental divino preexistente encarnado y crucificado. La parousia queda por un lado actualizada y por otro dilatada permanentemente, rompiendo con la herencia mesiánica judía y con su sentido histórico e inminente. «El tiempo ideal del mito desaloja al tiempo real de la historia»… «La distancia espiritual entre la escatología judeocristiana y la paulina es inmensa».

 

-Pág.221: «Así, el hombre interior paulino, a medida que va perdiendo, por el paso del tiempo, la tensión mística del neófito, va saturándose de moral estóica y neoplatónica, relegando su urgencia de liberación a los confines de una conciencia… que descansa sobre la creencia en un segundo mundo de los cielos… La Weltanschauung paulina se sitúa, así, a mil leguas de la concepción del mundo que animaba a la comunidad cristiana original, enraizada en el férvido mesianismo revolucionario de palestina antes del año 70». Pues como señala J.Weiss, Pablo no era un judío que odiase a Roma, sino un helenísta y un ciudadano romano que comparte la gratitud de las provincias del Imperio por el refugio de la paz y la seguridad. Pág.222: «Se necesita sólo comparar con ésta la actitud de la Revelación de Juan, que ve en el Imperio un instrumento de Satán, para valorar la diferencia». Para Pablo «el Estado es el principio que frena el pleno desenvolvimiento del mal (II Tes 2.6 ss)»… «En síntesis, el reino de Dios en la tierra se esfuma del panorama paulino… El reino es ahora un reino del espíritu ya incoado en el corazón del hombre renacido en Cristo. El Mesías terrenal se convierte en una noción incomprensible, así como la idea de un millenium mesiánico».

 

-Pág.223: «Captando con la intuición del genio las necesidades psicológicas de las masas desheredadas y el hastío espiritual de las clases explotadoras, Pablo forjó una soteriología espiritualista e interiorizante que integraba la moral helénica y las vivencias místicas de las religiones mistéricas en el legado hebreo de la Heilsgeschichte -con toda su imaginería literaria, su emoción religiosa y su fuerza vital-. La creación paulina aportaba al Estado y la sociedad romanos una nueva legitimación ideológica que le permitiría perpetuar su existencia durante tres o cuatro siglos más; pero este modelo ideológico no se perdería con la ruina del Imperio. El hombre occidental supo continuar utilizándolo hasta nuestros días, en formas renovadas y cambiantes, pero cuya función era esencialmente la misma, a saber: el mantenimiento del orden socioeconómico vigente».

 

-Cap.IV.B.3. «La ideología conservadora de los evangelios canónicos: espiritualismo y concordia social».

 

-Pág.224: «El Cuarto Evangelio y las epístolas juánicas constituyen el paso definitivo para la acuñación, no sólo de un Cristo pacífico, sino también de una interpretación teológica de su figura que haría imposible volver a situarlo en la perspectiva revolucionaria que caracterizó su tiempo. El evangelio de Juan pone en boca de Jesús la repudiación formal y taxativa de toda dimensión política de su empresa mesiánica». Cfr.Jn 18.36-37. Su intención: evangelizar a todos los cristiano-romanos del s.II, rompiendo todo vínculo entre Jesús y el pueblo de Israel. Cfr.Jn 8.31-41 / 11.25-26. Pág.224-225: «De tal manera, el evangelio de Juan marca un hito culminante en la doctrina de la divinidad de Cristo y su papel de salvador de toda la humanidad, acentuándo y extrapolándo la línea divinizadora y soteriológica de los sinópticos, y llevando hasta el límite su vocación antijudía. Este escrito está impregnado de la tradición filosófica y espiritualista helénica -predominante ya en Filón y en Pablo-, como es patente en su doctrina inaugural de Cristo en cuanto Logos». El Logos como verbo encarnado, una idea helenística.

 

-Pág.226: «Las contradicciones entre el Cuarto Evangelio y la tradición anterior son manifiestas».

 

IDEOLOGIA-Puente Ojea lleva a cabo un análisis ideológico del Nuevo Testamento, es decir, una investigación que utiliza como clave interpretativa, las posiciones teológicas de los grupos sociales en que se insertan dichos escritos.

 

-Pág.226: «Es relevante subrayar que el evangelio de Juan desaloja radicalmente la idea de un reino mesiánico terrenal».

 

-Pág.228: La secularización de la historia en la teología cristiana empieza con Lucas, que convierte el Reino de Dios terrenal en el Reino de Dios metafísico; restando importancia a la inminencia, a que su advenimiento sea próximo o lejano. Una cuestión necesaria ya en los primeros años del s.II. Concepción tardía del reino: Cfr.Lc 17.21.

 

-Pág.229: «Observemos que esta construcción intemporal del reino no refleja el pensamiento de Jesús y de la Urgemeinde -sometido todo el en el tiempo de las promesas como estricto futuro-. Las narraciones sinópticas que poseemos vacían paulatinamente de temporalidad futura, pero inminente a la tradición original, pero son incapaces, a causa del peso de esa tradición, de eliminar los abundantes testimonios de dicha temporalidad futura». En Lucas «el fenómeno Iglesia sustituye y desplaza en importancia al fenómeno parousia… Es decir, la vida del cristiano, pasada ya la alta temperatura escatológica, cae bajo la férula de una Iglesia instalada en la sociedad temporal, que va a durar secularmente, imponiendo un reajuste del mensaje cristiano 

-previsto para la no-duración, para la inminencia- a las realidades cotidianas de la vida civil». (Lo mismo pasa respecto a la religión judía: la idea original presupone que esperanza está próxima, pero con el paso del tiempo ésta se torna necesariamente apocalíptica).

 

-Pág.230: «En Juan, este proceso de desescatologización -subyacente en Pablo, manifiesto en Lucas- alcanza también su culminación». Cfr.Jn 4.23, 5.25, 16.32, 5.28. Su apocalipsis no gravita sobre la parousia como suceso (caso de Marcos y Mateo), sino sobre la muerte y resurrección de Jesús, que inaugura la parousia de ahora en adelante. Citando a Robinson: «-la parousia se entiende claramente, no como un acontecimiento catastrófico separado, sino como una continua impregnación de la vida diaria del discípulo y de la Iglesia-, como una cohabitación en el amor de Cristo». Espiritualismo como evasión interior y concordia social como garantía de perdurabilidad de la Iglesia son el resultado de esta nueva actitud.

 

-Pág.231: «Desaparece radicalmente la característica original de la ética en cuanto Interimsethik -ética de la conducta de la comunidad mesiánica hasta que el reino inminente llegara-«… «Juan describe la redención como un suceso absolutamente presente»… Cfr.Jn 3.19, 5.24 ss, 11.25 ss, 12.31. «El reino futuro se transforma en una realidad presente pero invisible». Pág.232: «la espera del reino fue transmutándose en la realidad de una Iglesia que, en cuanto ecclesia presa, tenía que obtener su reconocimiento institucional por los poderes seculares y, como contrapartida, reconocer a estos. Todo el proceso ulterior de la progresiva adaptación doctrinal a las exigencias de la sociedad secular tiene su fuente en ésta radical inversión del mensaje primitivo: en lugar de un reino mesiánico por llegar, aunque inminente, se afirma una Iglesia presente y duradera… convirtiendo el mesianismo escatológico en una ética de la vida cristiana». (Pág.415-nota105: «Como dijera A.Loisy, con frase célebre, -Jesús anunciaba el reino, y es la Iglesia quien ha venido»).

 

Cap.IV.B.4. «La consolidación del cristianismo paulino en conflicto con la tradición judeocristiana».

 

-Pág.233: «El mundo helenístico en el que Pablo difundió su nuevo evangelio estaba bien preparado para acogerlo en virtud de la tradición filosófica -sobre todo, estoica y platónica- y la atmósfera religiosa -de inspiración órfico-pitagórica, mistérica y oriental- de la Antiguedad»…. Pág.233-234: «..tan pronto se quebrase la unidad entre la protesta popular y la empresa mesiánica que caracterizaba al judeocristianismo palestiniano, el mensaje cristiano sólo podría actuar sobre una sociedad no-judía, a condición de que fuera despojado de su dimensión primigenia: la naturaleza politico-religiosa y nacional del mesianismo judío. El mundo gentil sólo podía absorber este mensaje mediante el proceso de su universalización. La versión paulina responde a la doble exigencia de despolitización e interiorización del mensaje, siguiendo los cauces que la filosofía moral y las formas antiguas de religiosidad mística -gnosticismo, pitagorismo, cultos de los misterios, etc.- habían ya abierto. Los esquemas gnósticos, en particular, manifestaban gran aptitud para la individualización espiritualizante del credo cristiano, mientras que la doctrina moral estoica aportaba las pautas básicas para la neutralización ideológica de la tensión en las relaciones entre los cristianos y los poderes dominantes».

 

-Pág.235: «El Mesías de la iglesia-madre aún no era, en cuanto tal, esa figura doliente y expiatoria, sino el martir cualificado de la causa de los -santos- de Israel, cuyo inminente retorno en el climax de la gran crisis nacional constituiría la manifestación definitiva del poderío mesiánico en el marco de las promesas politico-religiosas tradicionales, tras la conversión espiritual preparatoria del reino de Israel»… «La hazaña paulina… consiste en la doble y paradójica circunstancia de que eliminaba los peligros del mesianismo politico judío y, a la vez, preservaba la esperanza de una liberación del mundo de la materia»…

 

-Pág.237: «El mensaje cristiano genuino en su forma más primitiva conocida de nosotros corresponde al espíritu de la Revelación (Apokálipsis) de Juan»… Como dice Engels -citado- «..la razón por la que este escrito, el más antiguo de la época en que el cristianismo estaba formándose, es especialmente valiso para nosotros, consiste en que muestra íntegramente la contribución del judaismo, fuertemente influido por Alejandría, al cristianismo. Todo lo que viene después es occidental, adición grecorromana» (F.ENGELS –Bruno Bauer and early christianity. On the history of early christianity-). Pág.238: «Este juicio es válido, aunque se aceptara una fecha más tardía que la propuesta por Engels para la redacción que hoy conocemos de aquél material literario apocalíptico». Ya que hoy se considera que el texto actual del Apocalipsis procede de la última década del s.I.

 

-Pág.239: «La denominada Epistola a los Hebreos, obra de un paulinista de la segunda generación, se propuso demostrar que el cristianismo no es tanto la negación del judaismo como la sustancia de una fe de la cual éste último era sólo la sombra».

 

Cfr.pág.240. Epistola pseudopaulina: abandono de la idea de un millenium terrenal, nuevo pacto y nulidad del primero (de la alianza judía), promesa no de un reino terrenl sino de un reino celeste y espiritual, caracter conservador de la cristología pacifista. Cfr.Heb 11.13-16, 7.17-19, 8.1-7, 8.13, 12.14-15, 13.1-21.

 

-Pág.241: «Las siete Epístolas de Ignacio y la Epístola de Bernabé consolidan la ruptura con el judaismo… La tensión del misticismo cristológico paulino se centraba en la sola fides, y ésta era su marca distintiva frente a la moral de las obras de la antigua Ley; ahora, sin abandonar el antijudaismo, sino radicalizándolo, se produce una paradójica rehabilitación del mérito de las buenas obras -tan característico de la sinagoga-«.Cfr.Ignacio II, 8.1-2, 10.1-3; V, 6.1-3.

 

-Pág.241: El Apocalipsis junto con la Epístola de Santiago, se resisten a abandonar el marco judío de las promesas mesiánicas. «Ambos escritos pertenecen al breve periodo durante el cual los judíos eran aún mayoritarios en las iglesias de la diaspora». Pero pronto predominarían los gentiles: Pág.242: «Ya no sólo las iglesias originariamente paulinas, sino también las filiales Jerusalén antes del año 70, serían pronto esencialmente gentiles. El lenguaje tradicional de Israel les resultaría entonces inexpresivo, incomprensible».

 

-Pág.242: «La Epístola de Santiago trasluce todavía la opinión de las masas y el acento fuertemente reivindicativo del cristianismo original». Cfr.Santiago 2.1-4, 5.1-6, 1.9, 12. «Aunque la atribución de este escrito a Santiago, el hermano de Jesús, es gratuita, su espíritu es indudablemente el de la Urgemeinde que él presidió en Jerusalén, aunque sean ya otras las circunstancias en las que escribe su autor real»… Sobre la Epístola de Santiago: Robertson citado: Santiago «-dirige su obra a ‘las doce tribus de la dispersión (Sant 2.1-4) (…). No cita ningún Evangelio y jamás menciona la crucifixión o la resurrección-«. Pág.243: «La inclusión de ésta epístola en el Canón tropezó, como cabría esperar, con serias dificultades, y la debió, en último término, al calculado deseo de la Iglesia de atraer la adhesión de las clases inferiores, cuyas aspiraciones refleja». Esta canonización fue un lujo que en el s.IV la Iglesia católica podía permitirse sin riesgos, pues en el s.IV «la suerte de la ideología cristiana estaba ya echada»… «El gran valor de la Epístola de Santigo es el de atestiguar que en los albores del s.II persistía aún con fuerza la tradición revolucionaria del cristianismo original. La composición social de las comunidades cristianas de esa época, que las permeabilizaba a dicha tradición, era un obstáculo para la tolerancia del cristianismo por el Imperio, no obstante el rostro seductor con que varios escritores cristianos se esdorzaban por aquellos días en presentar el mensaje cristiano a las clases dirigentes romanas. Como resume Robertson, -hasta que los dientes del mesianismo revolucionario no le fuesen arrancados, Cristo y César no podían estar en paz. Que no habían sido totalmente arrancados en el siglo II, está probado por la popularidad de los escritores apocalípticos y por la cantidad de material revolucionario que los evangelistas sinópticos -neutralizándolo como podían- admitieron en sus Evangelios. Por consiguiente el cristianismo siguió siendo sospechoso-. La correspondencia de Trajano con Plinio, en el año 111, revela el temor que inspiraban al gobierno de Roma las comunidades cristianas, las cuales, según pensaba Plinio, profesaban -la perversa y extravagante superstición- consistente en adorar a un rebelde ejecutado. El olor a revolución seguía adherido a la imagen externa del cristianismo, pues, en definitiva, -el intento de Pablo de vacunar a las masas contra el mesianismo revolucionario, mediante la extensión del culto de un Cristo puramente místico, había concluido en una fusión del dios paulino de misterios con el Judío rebelde crucificado, cuya adoración ni aún el más liberal de los emperadores podía permitir que se exhibiera a la luz del día-«. (Citado A.Robertson, libros: -The origins of Christianity- Londres, 1963. -Jesus, mith or history- London 1941.)

 

-Pág.244: «Todavía en el año 130, Adriano (el ilustrado sucesor de Trajano) provoca una enérgica reacción, en Alejandría, contra el judaismo revolucionario, con el cual decidió terminar para siempre. La última rebelión judía del 132-135 le brindó esa oportunidad: en el año 135, el último lider judío, Simón Bar-Kochba -que tomó el título de ‘principe de Israel’ y fue saludado como Mesías por el célebre rabbí Akiba-, moría asesinado. Jerusalén fue por segunda vez arrasada, y reconstruida con el nombre de Aelia Capitolina; a los judíos se les prohibió, desde entonces, visitar la ciudad bajo pena de muerte. Esta postrera catástrofe consumó la escisión radical entre cristianismo y judaismo; pero es digno de notar que ya durante esta última insurrección las comunidades cristianas se mantuvieron alejadas de los sucesos y fueron fuertemente intoxicadas por sus líderes con una feroz propaganda antijudía».

 

-Pág.245-246: RIQUEZA/POBREZA. Sobre el documento ‘El Pastor de Hermas’, escrito entre 190-200 en Roma, a favor de los desposeidos y en contra de la riqueza. Que muestra, aunque ya fuera del universo judeocristiano, la pervivencia de la línea revolucionaria, considerada como herética por una Iglesia ya a principios del s.III lo suficientemente fuerte como institución.

 

-Pág.247: «Jamás desapareció totalmente la veta revolucionaria del cristianismo, en virtud de sus orígenes. Ni en el antiguo, ni en el medieval, ni en el de los tiempos modernos».

 

-Pág.247: «Por consiguiente -dice Robertson-, el Nuevo Testamento exhibe contradicciones insuperables -un Mesías judío de orígen humano que, sin embargo, es Dios desde el principio; un reino material de Dios en la tierra, y, por el contrario, un reino no de este mundo y que no ha de heredarse por la carne y por la sangre; denuncia de los ricos y visiones de la caida de Roma, al lado de exhortaciones a los esclavos para que obedezcan a sus amos, y a todos para que obedezcan al gobierno-«. Pág.248: «Las contradicciones doctrinales reflejan las contradicciones reales de ese cuerpo de fieles con intereses sociales opuestos». Entre esos movimientos «sólo los socialmente derrotados adquirían la condición de heréticos».

 

-Pág.248: «Frente a los obstáculos derivados de la inercia del empuje revolucionario original, desde el último tercio del siglo I va subiendo el caudal de esa corriente lenta y cumulativa por la que el cristianismo se transforma esencialmente: primeramente, en una ideología espiritualista de la concordia civil y la paz social; seguidamente, en la ideología directamente legitimadora y protectora del orden imperial, en el curso de los siglos III y IV».

 

Cap.IV.B.5. «La progresiva convergencia ideológica de la Iglesia y el Imperio romano en la doctrina del poder».

 

-Pág.249: «El autor de I Epístola de Pedro (finales del s.II principios del s.III) se propone fortalecer a sus lectores ante la aspereza de aquellos tiempos de persecución y penuria, desalentando a la vez todo intento de resistencia activa. Exhorta sin equívocos a la estricta sumisión al emperador y a sus gobernantes; pide a los esclavos que obedezcan a sus amos, a las mujeres que se subordinen a sus maridos, y a los jóvenes que veneren a los ancianos». Cfr.I Pedro 2.13-15, 2.17, 4.14-15. «Sufrimiento resignado es la medicina que asegura la inmortalidad». El sentimiento de culpa paulino había sustituido al impulso revolucionario del mesianismo judeocristiano. Cfr II Pedro 2.10-11.

 

-Pág.250: «El que no se somete, peca. Para la Urgemeinde, la tesis hubiera sido la inversa: peca quien se somete».

 

-Pág.250: Sobre la I Epístola de Clemente a los Corintios: del mismo tenor que la anterior. Cfr.I Clemente 60.2, 51.1-2, 37.1-5, 38.1-2. Impresionante sacralización de los poderes sociales, políticos y económicos. Pág.251: «La Iglesia elude todo análisis que pudiera conducir a poner en cuestión el orden presente… lo histórico se torna como lo natural. La existencia de ricos y pobres pertenece al ordo naturalis; en el seno de este orden, el auxilio a los menesterosos constituye la providencial ocasión de probar el amor a Cristo». Esta epístola avanza en el terreno del desarrollo del cristianismo como idea moral, debilitando la idea de una historia de salvación.

 

-Pág.252: «En este proceso, la Iglesia de Roma debió de ser un factor de poderoso estímulo, pues el acento de la teoría clementina de la obediencia a los poderes es romano, y descansa toda ella en una idea de la justificación o rectitud moral divergente de la paulina; se trata, ahora, de la justicia ex lege, no de la justicia ex fide. Es decir, la justificación por la obediencia estricta al orden establecido por Dios… Es fácil ver cuán alejada estaba ya la iglesia de Clemente del espíritu de la iglesia madre de Jerusalén. Ahora, la masa de desheredados de la fortuna puede seguir acariciando, en su fuero interno, el sueño del millenium, pero sus líderes buscan ansiosamente conciliarse la voluntad de los poderes de la Gran Babilonia del Apocalipsis, pues la felicidad no es de este mundo». (La Gran Babilonia es Roma, la Gran meretriz, la Prostituta..).

 

-Pág.253: «Siguiendo las huellas de los padres apostólicos, los grandes Padres de la Iglesia irían incorporando al cristianismo el legado de la civilización grecorromana… la nueva fe se heleniza profundamente, dando a luz lo que suele denominarse la concepción católica de la vida humana». Adjetivo que remite a la dominación espiritual universal en perfecta simbiosis con la dominación temporal universal. Llegan los APOLOGISTAS: Justino (muere 165) habla de las coincidencias entre la fe cristiana y el orden imperial. Cfr.Justino -Apología- 1.17. El principal escollo era la obligación de rendir culto al emperador, que vulneraba esencialmente al cristianismo. Cfr.Teófilo de Antioquía (muere 200) -Ad Autolycus-, donde cita Pedro 24.21-22. Y la -Apología- de Melitón de Sardes (hacia 170) 1.11 dedicada a Marco Aurelio. Cfr.Ireneo de Lion (muere 200) tratado -Contra las herejías- IV, 30.1-3 despliega una defensa de la propiedad privada de los bienes que es ordenada por Dios cfr.tb.V,24.1-2. // Tertuliano (muere en 220) y su -Apologética (197)- anterior a su enrolamiento montanista, defiende el orden romano y de la pax romana; para ello cita I Timoteo 2.2, 28.3-33, 4, expresando el horror que la sola idea del colapso imperial provocaba en los apologistas, ahora definitivamente cristiano-romanos. Cfr.pág.257-258.

 

-Pág.256: «Ireneo muestra gran empeño en sacralizar el poder político de su tiempo: los reinos de este mundo no son obra del diablo, sino ordenados por Dios para evitar el ‘bellum omnium contra omnes’, pues -Dios impuso a la humanidad el temor del hombre, ya que los hombres no reconocieron el temor de Dios-«.

 

-Pág.257: «Cuando Ireneo se refiere al Apocalipsis del presunto Juan, tiene buen cuidado en explicar que el Anticristo no es realmente un emperador romano, sino un tirano -judío apóstata- que se alzará para destruir el orden romano».

Iglesia e Imperio no serán enemigos porque su enemigo es común, el Anticristo, un judío, y su capital Jerusalén -prosigue la argumentación de Ireneo.

 

-Pág.258: APOLOGISTAS pro-romanos que siguen los argumentos de Pablo: Hipólito de Roma (+236) -Comentario sobre Daniel- 3.20-25, citando 13.14 de la epístola a los romanos. Orígenes (+254) -Comentario a la Epístola a los Romanos- 9.26-30, quien acata el poder romano igualmente basandose en I Pedro 2.14 y Rom 13.12, 13.3, 13.4. Y en su célebre -Contra Celso- 7.63-70 emplea la amenaza de la invasión bárbara del imperio y las ventajas de una conversión de los bárbaros al cristianismo para hacerlos sumisos al orden romano.

 

-Pág.260: Los cristiano-romanos cumplieron con sus deberes al Estado, entre ellos el del servicio militar, contando las filas de los ejércitos del imperio con muchos de ellos; actitud sancionada por un Clemente de Alejandría (+215). Cfr.Tertuliano -Apologética- 42. Lo que denota el comienzo y desarrollo de la participación de los cristianos en la vida pública del imperio, que llegará hasta su predominio en el s.IV.

 

-Pág.263: «Con los llamados Edictos de Milán, Licinio y Constantino reconocieron al cristianismo como religión lícita»; y desde entonces, lo que ya era una alianza de fondo entre poderes, se convirtió en una estrecha asociación.

 

Cap.IV.B.6. «Helenismo versus judaismo en la formación de las doctrinas cristianas y la organización jerárquica de la Iglesia».

 

-Pág.263: El proceso de helenización del cristianismo «iniciado en el mismo seno de las iglesias que forjaron los escritos neotestamentarios, corre paralelo, en su desarrollo, al ajuste de la Iglesia al marco institucional -económico, social, político- del Imperio romano».

 

-Pág.264: El cristianismo se transforma en un fenómeno sincrético, en el que cabe destacar el desarrollo de una vertiente moralista estrechamente vinculada a la tradición greco-latina. «La legitimación teórica de la absorción progresiva del helenismo por el cristianismo hallaría un precioso recurso en el artificio apologético de Justino, según el cual, las verdades parciales de los filósofos paganos constituirían una aprehensión fragmentaria del Logos universal». Cfr.Justino -Apologías- I,46; II, 10,13. Artificio del que es reflejo el conocido tema del Séneca ‘naturaliter christianus’. (Pero lo que Séneca presenta como asombrosa coincidencia no es más que la asimilación por el cristianismo de la axiología estoica: en lo que respecta a la vida interior y la obediencia al orden divino del cósmos).

 

-Pág.266: «El otro fenómeno que concurría en ese paulatino ajuste de la doctrina cristiana con el orden civil establecido, radica, como se indicó, en el progresivo desalojo del factor judaico del mesianismo tradicional».

 

-Pág.266-267: Sobre el documento llamado ‘Didache’ -Doctrina de los Apóstoles- descubierto en 1873, importante para entender la organización de las comunidades cristianas a finales del s.I y principios del II; muy diferente de la estructura jerárquica cerrada y monopolizadora paulatinamente consolidada a partir del s.II hasta el IV. Un texto de inspiración judeocristiana, alejado de las ideas paulinas.

 

-Pág.268: «El episcopado fue el eslabón fundamental de dicho proceso. En el curso del siglo II, obispos y diáconos se convierten en los jefes principales de las iglesias cristianas, jefatura consolidada definitivamente en su lucha contra las herejías -en el doble frente: antijudáico, primeramente; antignóstico, después-«. Ya que el influjo gnóstico había servido para borrar los vestigios judeocristianos, era considerado herético y perjudicial en cuanto amenazaba con desintegrar el cristianismo en una pluralidad de sectas; había por tanto que expulsar a quienes amenazasen con quebrar la unidad incipiente de las iglesias cristianas.

 

-Pág.270: «La lucha contra las exageraciones gnósticas -pues gnosticismo moderado ya había asimilado el cristianismo en dosis considerables- fue así un poderoso estímulo para el rápido desarrollo de la Iglesia episcopal»… un desarrollo desigual que acabaría confluyendo en el obispo de Roma, creándose el mito del episcopado primitivo y rellenándose las lagunas de sucesión. Policarpo de Esmirna parece ser el primero con plenitud episcopal durante la primera mitad del siglo II, refrendado por el autor de la Epístola de Policarpo a los filipenses y por un judío converso que vino a Roma en el año 160, encargándose de crear la literatura sucesoria necesaria para tal legitimidad.

 

-Pág.271: Surge así la ‘Katholike eckklesia: «Ahora, la pálida luz de una escatología evanescente, servía sólo para iluminar la emergencia de algo radicalmente nuevo, que el propio Nazareno nunca pudo haber soñado».

 

-Pág.274: «La consolidación del poder episcopal fue paralela al expurgo de las fuentes documentales de la tradición por medio de la elaboración paulatina de un cánon testamentario ajustado a los intereses teológicos de la Iglesia, de una parte, y de la adecuada manipulación del texto original  de los escritos recibidos en ese cánon, de otra». La Iglesia fue acumulando un gran patrimonio financiero y la función administradora de esos fondos por el obispo, es un factor, que tiene importancia en lo que respecta a la consolidación jerárquica y organizativa de la Iglesia. Pág.275: «Este poder económico contribuyó a reforzar la inamovilidad del cargo y al debilitamiento del control democrático de la asamblea eclesial… En el curso de este proceso era inevitable que los propagandistas itinerantes -apóstoles y profetas- desaparecieran completamente».

 

-Pág.276: «Al lado de los poderes económicos de la jerarquía epíscopal, surgió pronto la ‘excommunicatio’ como castigo espiritual». Ser excluido de la Iglesia equivalía a ser excluido de la sociedad… «En las guerras civiles del s.IV el vencedor fue Constantino, el candidato al trono que se había aliado con el clero»… «Concluye Kautsky haciendo notar que -la comunidad cristiana victoriosa fue, en todos los aspectos, exactamente opuesta a aquella comunidad que había sido fundada tres siglos antes por los pobres pescadores y campesinos de Galilea y los proletarios de Jerusalén. El Mesías crucificado se convirtió en el más firme soporte de aquella sociedad infame y decadente que la comunidad mesiánica había esperado que él destruiría hasta los cimientos»… En el proceso de jerarquización y concentración de poder en la Iglesia, surje una lógica de organización a cuyo servicio se pone la definición dogmática de una ortodoxia.

 

-Pág.277: «La verdad es que la ortodoxia es siempre la opinión de los vencedores, los más poderosos; la ‘haíresis'(herejía), en cambio, la de los vencidos».

 

-Cap.IV.B.7. «El reconocimiento oficial de la religión cristiana por el Imperio romano y la síntesis agustiniana».

 

-Pág.278: «La culminación teórica y práctica del proceso ideológico iniciado por Pablo y los evangelios sinópticos está simbólicamente representada por el reconocimiento oficial del cristianismo, en su versión católica, por el emperador Constantino, de una parte; y por la obra literaria y acción pastoral de Agustín de Hipona (+430) un siglo más tarde, de la otra. Ambos momentos otorgan al cristianismo la fisonomía, mutatis mutandis, con que se presentó después durante largas centurias, que alcanzan hasta nuestros días»… El edico de Licinio (311) pone fin a las persecuciones religiosas y a partir del 313, una serie de cartas imperiales, por iniciativa de Constantino, otorgan a la Iglesia una clara situación de privilegio… Entre los siglos II y V la Iglesia a ido aumentando su poder y acercamiento a Roma hasta que, convertida en un poder paralelo, se lleva a cabo la fusión de ambos.

 

-Pág.281: «El verdadero imperativo moral era proteger el alma; el cuerpo seguiría encadenado a la lógica brutal de las realidades históricas»… Con «el ideal de la primacía pontificial del obispo de Roma como sucesor de Pedro la Iglesia asume el ideal monarquico como principio organizativo del poder espiritual, a cuya soberanía deben someterse tanto el Imperio como las demás Iglesias del orbe cristiano sin excepción».

 

-Pág.281-282: Agustín de Hipona se sitúa entre el crepúsculo del mundo antiguo y la aurora del amanecer medieval. «Su actividad intelectual y pastoral forjó la plataforma ideológica de este amanecer, en su doble expresión oriental -cesaropapismo- y occidental -teocracia-«. COMENTARIO: <<Es Agustín quien consolida la influencia helenística que Pablo había inoculado en el cristianismo, dotándolo de un grandioso esquema filosófico de procedencia neoplatónica>>-Cfr.p.288-289. Sus elementos intelectivos son: pesimismo antropológico-naturaleza caída-maniqueismo, escisión radical entre mundo material y mundo espiritual, rechazo de lo corporal y de la sexualidad, respeto a la propiedad privada, obediencia política, helenismo neoplatonico plotiniano…

 

-Pág.285: «Pero Agustín aún añadiría a su doctrina del orden temporal una cláusula de tristes y decisivas consecuencias en la historia de la humanidad: la sanción del uso de la fuerza coactiva del Estado para reprimir la herejía y el cisma».  Cuestión a la que se había opuesto al principio (391) pero que luego aprobará (año 408) influido por la crisis del cisma donatista. Cfr.Pág.286-287. Pág.288: «Actitud similar adoptaría después frente a los pelagianos, acosados también por el cetro imperial».

 

-Pág.288: «Así, el magisterio eclesiástico recorrió el último tramo de una senda que lo conducía, ya no a la simple legitimación del Estado, sino a la fusión de la Iglesia con el poder temporal, primeramente, y a su directa asunción, después».

 

-Pág.289: Sobre la labor agustiniana: «Sólo la recepción del aristotelismo en el siglo XIII reintegrará el mundo natural a la teología católica, pero sin llegar a destruir el marco platónico, y manteniendo los esquemas mentales del helenismo».

 

-Pág.291: «Agustín da expresión teológica acabada a lo que estaba incoado en Pablo y en los Evangelios: la interpretación mítica del drama de Jesús y la neutralización de la vocación histórica y revolucionaria del judeocristianismo, mediante la adopción de formas helénicas de pensar». Tb.p.423.nota-243: «Agustín no hace sino continuar la tradición patrística impregnada de categorías platónicas».

 

-Cap.IV.B.8. «El cristianismo como ideología conservadora y conformista».

 

-Pág.294: «El dilatado proceso iniciado por Pablo, continuado por los evangelistas y llevado a su culminación por los padres de la Iglesia: en virtud de este proceso, el mensaje cristiano alteró radicalmente su carácter original de ideología revolucionaria y adquirió el sentido de una ideología conservadora».

 

-Pág.297: «El sustrato platónico fue una conquista a la que la teología eclesiástica jamás renunciaría, pese a las apariencias».

 

-Pág.294-300: Sobre la esperanza escatológica original, su espiritualización e inversión paulina, y el problema de la resurrección de los cuerpos. Pág.301: Paradojica actitud dualista y contradictoria respecto del mundo: 1) aceptación del mundo y de sus instituciones, de acuerdo con los principios fundamentalmente establecidos por pablo. 2) rechazo del mundo y del Estado como lugares demoniacos, de acuedo con la tradición neoplatónica que culmina en Agustín.

 

-Pág.301: «La fuerza de esta ideología, adviertase una vez más, se cifra en el eclecticismo que caracteriza al cristianismo católico, no sólo en el problema escatológico, sino en todos cuantos se le presentaron en el curso de su agitada historia dogmática».

 

-Pág.302: «En este sentido, la plasticidad ideológica del cristianismo ha superado la de cualquier otro legado espiritual de la historia… Pero el alto grado de plasticidad ideológica del cristianismo se debe a su incoherencia básica -enraizda en su doble orígen judío y helénico-, enmascarada solo por el obstinado eclecticismo que lo caracteriza. a contradicción fundamentel del cristianismo -el mito del Hombre-Dios y del reino celeste-terrenal-…».

 

-Pág.425,nota-258: «Escribe B.Dunham que, -ideológicamente, el compromiso se realizó con mayor facilidad de la que pudieramos pensar… El libro de los Hechos pone fin a la guerra fría, establece la coexistencia y traza un tratado de coperación. Lo consigue mediante la asimilación de los jefes antagonistas, Pedro y Pablo, en relación con su comportamiento y sus experiencias. Según la descripción, Pablo es victima de la hostilidad de los judíos no-cristianos del mismo modo que lo habían sido los discípulos, y Pedro bautiza a un romano no-circunciso, Cornelio, y con este motivo a todos los sirvientes de Cornelio que allí se encontraban. De acuerdo con el relato, Pedro estaba dispuesto a esta enorme desviación de la Ley judía (los judíos ni siquiera debían asociarse con personas no no-circuncisas) a causa de un sueño que tuvo la noche anterior, cuyo mensaje decía: ‘No te corresponde a tí llamar profano a lo que Dios considera limpio’. En presencia de Cornelio, Pedro decide prestamente que ‘Dios no tiene favoritos, sino que en cada nación, el hombre temeroso de Dios, que obra rectamente, es aceptable para él’. Este internacionalismo fue rápidamente confirmado por el descenso del Espíritu Santo sobre todos los presentes. Como Pedro dice después (Hechos 2.15), fué exactamente como Pentecostés-«.

 

-Pág.304-305: Estoicismo y Cristianismo.

 

-Pág.306: (tb 427-428 nota 264): RICOS/POBRES: Sobre la sordera eclesiástica e inactividad (o contra-actividad) en lo relativo a la justicia social.

 

C. LA INFLEXION DE LA IDEOLOGIA CRISTIANA EN EL ALTO MEDIOEVO.

 

-Pág.307-352. Agustinismo político/cesaropapismo bizantino: separación Roma/Constantinopla. Penetración de la Iglesia en el interior del poder civil, doble proceso de fusión de la religión y la política en Oriente (cesaropapismo) y en Occidente (papa de Roma); subsunción de la realidad política n la realidad eclesial.

 

-Una vez cristianizado el Imperio, el ‘ministerio religioso’ con el que serán investidos los reyes y los emperadores cristianos entrará en competencia con el de los jefes de la Iglesia.

 

-Organización monarquica de la Iglesia. Pugna de Roma (papa) y Constantinopla (emperador) por la cabeza de la Iglesia. Papa León I (440-461), y papa Gelasio I (490), se arrogan el poder supremo en el tiempo en que el emperador Zenón había hecho lo mismo. Polémica de las dos espadas, Gelasio I/Enrique IV… El papa Gregorio I (590-604) criticó las pretensiones bizantinas -Pág:323: «No obstante, jamás pensó Gregorio… repudiar la soberanía imperial. Esto sólo llagaría a suceder más tarde, hacia la mitad del s.VIII, cuando la herejía iconoclasta de los emperadores de Bizancio y el peligro acuciante del avance lombardo orienten definitivamente a la sede romana hacia la monarquía franca». Isidoro de Sevilla (600-636) completará la doctrina gelasiana… Los pontífices de Roma falsifican la realidad histórica afirmando que el papado no estuvo supeditado constitucionalmente al emperador romano, sino que el emperador romano lleva la corona gracias a la aquiescencia papal; motivo por el cual había sido urdida la presunta donación de Constantino por el papa Esteban (750)… Unción papal como rey a Pipino (a cambio de una donación y protección): realeza teocrática subordinada al papa en la que el ungido se convierte en defensor de la Iglesia… En la Navidad del año 800 Carlomagno sería consagrado emperador por León III.

 

-Pág.322: «desde el siglo V se hace usual la designación del pontífice por la palabra Papa, (aunque la idea del sucesor de Pedro se pueda remontar hasta el s.III-cfr.p.430/nota.14)… Así, en la doctrina gelasiana quedaba abierta la posibilidad de una derivación papal del poder secular; sólo era necesario para ello que el oficio pontificial quedara definido como un ‘vicariatus Christi’ y no como un mero ‘vicariatus Petri’. Este paso, preparado por Gregorio VII (1073-1085) y formulado explícitamente por Bernardo de Claraval (1090-1153), sería dado formalmente por Inocencio III (1198-1216)». Tb.pág.329-330. El tomismo reforzaría a la Iglesia como ente jurídico y organico…

 

-Cfr.pág.337-338: Sobre el tema de la Iglesia bizantina/Iglesia romana: Cfr. ‘orden de Melquisedec’: Hebreos 6.20, refiriéndose a Génesis 14.18 (por los bizantinos)/Mt 16.17 ss.(por los romanos, defensores de la primacía de roma).

 

-Pág.433.nota-48: «Lo más probable es que la institución petrina, en su forma canónica conocida, corresponda a la época en que la Iglesia, desaparecida ya la Urgemeinde, toma conciencia de su nueva naturaleza institucional en medio gentil».

 

-Pág.352: «El reino mesiánico se asienta sobre una antropología unitaria que instala la operación divina en un hombre indivisible, es decir, un ser humano que sitúa a Dios rigurosamente dentro y no fuera de la acción histórica real».

(párrafo final del libro)-pág352: «Esta herencia puede brindar al hombre cristiano de la segunda mitad del s.XX los incentivos éticos y los esquemas mentales de una novisima experiencia histórica: aquella que, prolongando la vocación revolucionaria de los milenaristas, desemboque en la gran empresa de instaurar, en unión de hombres de otras ideas u otras fes, una sociedad capaz de ir eliminando progresivamente las instancias alienadoras de la nuestra de hoy».

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