Algunas biografías de personajes relevantes del período estudiado

Pedro Fernández Liria 

 

IMMANUEL KANT

Nace en Königsberg (hoy Kaliningrado) en 1724. Permaneció en su ciudad natal hasta su muerte, acaecida en 1804, exceptuando un breve período en que trabajó como preceptor fuera de la misma. Recibió de su madre una formación religiosa pietista. En el terreno filosófico, fue instruido en el racionalismo wolffiano y leibniziano. A partir de 1780 —según su propio testimonio por influencia de Hume— se distancia del “dogmatismo racionalista” y emprende una profunda crítica de la razón, tanto en su uso teórico como en su uso práctico. Fruto de este “criticismo”, serán tres de sus obras más conocidas: la Crítica de la  razón pura (1781) la Crítica de la razón práctica (1787) y la Crítica del discernimiento (1790).  Otras obras importantes son los Prolegómenos a toda metafísica futura que quiera presentarse como ciencia (1783), la Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), los Principios metafísicos de la ciencia natural (1786) y La religión dentro de los límites de la mera razón (1793). De menor envergadura, pero también de gran importancia, son otros conocidos escritos kantianos, como ¿Qué es Ilustración? (1784), ¿Qué significa orientarse en el pensamiento? (1786), Ideas para una historia universal en clave cosmopolita (1784), El fin de todas las cosas (1794), Hacia la paz perpetua (1795), Metafísica de las costumbres (1797), La contienda entre las facultades de Filosofía y Teología (1798), Antropología en sentido pragmático (1798) y su obra póstuma Transición de los principios metafísicos de la ciencia natural a la física (publicada por primera vez en 1888).

      Kant es el representante más importante de la Ilustración alemana y, probablemente, de toda la Ilustración europea en general. De modo análogo a como lo hicieron otros filósofos ilustrados, Kant defiende la libertad del uso público de la razón y la autoridad moral y política de la misma. Defiende la “religión racional” y la autonomía de la moral respecto de las religiones “positivas” o reveladas. Defiende la libertad de pensamiento y de expresión frente a la tutela de la tradición, la autoridad política y la religión; el derecho al conocimiento y a la verdad frente a la superstición, el oscurantismo y la ignorancia. En general, Kant defiende el ejercicio de la razón como única fuente de la autonomía y de la libertad (tanto individual como política).

 

 

PAUL LAFARGUE:

            De origen francés, nació en Cuba, en 1842. Periodista, médico y escritor, fue también un activista revolucionario que al principio se orientó hacia el anarquismo. Sin embargo, el contacto con Marx le marcó profundamente, llegando incluso a casarse con su segunda hija, Laura Marx. Su obra más conocida es El Derecho a la Pereza, en la que hace una interesantísima interpretación del comunismo. Junto con Laura, intervino en los movimientos revolucionarios de Francia, Inglaterra y, también, en España, donde dejó una cierta influencia en el anarcosindicalismo. Laura y Paul se suicidaron juntos en 1911, dejando dicho que, llegados a los 69 años, “sanos aún de cuerpo y de espíritu, se daban muerte antes de que la vejez les despojase (además de los placeres y los goces de la existencia) de la energía y la voluntad, convirtiéndolos en una carga para ellos mismos y para los demás”. Lafargue dejó una nota escrita que decía: “muero con la suprema alegría de tener la certeza de que muy pronto triunfará la causa a la que me he entregado desde hace cuarenta y cinco años”.

 

 

 

KARL MARX.

Karl Marx nació en Tréveris, Prusia, en 1818 y murió en Londres en 1883. Su producción teórica, aunque muy sistemática, resulta, sin embargo, difícil de catalogar. Por eso, se le suele considerar al mismo tiempo filósofo, economista, sociólogo, historiador, etc. En cualquier caso, de lo que no cabe ninguna duda es de que se trata de una figura que ha ejercido una influencia determinante tanto científica (en todas esas disciplinas) como política (en las muy diversas tradiciones socialistas que se han reivindicado del marxismo durante todo el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI). Marx, nacido en una familia acomodada, comenzó estudios de Derecho en la Universidad de Bonn, pero los abandonó para estudiar filosofía en Berlín. Desde muy pronto comenzó a preocuparse por problemas de orden social y a intervenir políticamente en ellos tomando siempre postura contra la tiranía, el despotismo, la explotación y todas las realidades que consideraba injustas. Esto le forzó varias veces al exilio. Por este motivo, vivió en París (donde conoció a su gran amigo Friederich Engels, con quien colaboró en numerosas ocasiones y de quien obtuvo un gran apoyo a lo largo de toda la vida). Se exilió también a Bruselas (donde fundó la Liga de los Comunistas y escribió su célebre Manifiesto del Partido Comunista) y a Londres (donde miles de horas de estudio en la biblioteca del Museo Británico le permitieron escribir su obra cumbre: El capital).

 

 

VOLTAIRE.   

Nació en París en 1694. Formado durante su infancia por los jesuitas, adopta tempranamente una moral “libertina” y se inclina por el “deísmo” (lo mismo que Newton, Locke, Bayle o Diderot). Sus escritos contra la superstición, los prejuicios, el dogmatismo y la intolerancia religiosa, y en favor de la libertad política y la libertad de expresión, de la “nueva ciencia” y del deísmo, le convierten en uno de los más conspicuos representantes de la Ilustración francesa.

      Es autor de una obra muy heterogénea, tanto en su temática como en su género. Entre las obras literarias, cabe destacar: Zadig (1747), Micromegas (1752), Poema sobre el desastre de Lisboa (1755), El ingenuo (1767) y su celebérrima novela corta Cándido (1759). En cuanto a su obra ensayística y filosófica, es preciso mencionar: Cartas filosóficas o Cartas inglesas, (1729-1732), Tratado de metafísica (1734), Elementos de la filosofía de Newton (1737), Metafísica de Newton (1741), Diccionario filosófico (1753), Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones (1756), Tratado sobre la tolerancia (1763), Filosofía de la historia (1765) y El filósofo ignorante (1766).

A partir de 1760, Voltaire establece su residencia en Ferney, junto a la frontera con Suiza. En 1773, contrae una enfermedad que le llevará finalmente a la muerte el 30 de mayo de 1778.

 

 

MONTESQUIEU.

Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu, nació en La Brède, una población cercana a Burdeos, en 1689. Hizo carrera de magistrado y desempeñó diversos puestos de carácter político.

Participó en el movimiento político y cultural de los “philosophes” y contribuyó con algún artículo al proyecto enciclopédico dirigido por D’Alambert y Diderot (Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias de las artes y de los oficios, obra colectiva en 17 volúmenes publicada en París entre 1751 y 1772). Está considerado como uno de los principales representantes de la Ilustración francesa.

Sus obras más importantes son las Cartas persas, publicadas anónimamente en 1721, y El espíritu de las leyes, publicadas en 1748. En el primero de estos escritos, Montesquieu denuncia el despotismo y somete a crítica los aspectos dogmáticos, contradictorios e irracionales de la Monarquía, las creencias religiosas y las instituciones políticas europeas. En el Espíritu de las leyes, Montesquieu desarrolla, en el marco de un análisis de la legislación inglesa, su teoría material de la división de poderes, de gran influencia en los movimientos revolucionarios americano y francés del siglo XVIII. De acuerdo con esta, Montesquieu establece que el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial del Estado no deben, en ningún caso, encontrarse en las mismas manos. Al hilo de este principio fundamental encontrado por Montesquieu en la Constitución inglesa, el Artículo 16 de la “Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano” firmada en 1789 por los representantes del pueblo francés, proclamará que “Toda sociedad en la que no esté asegurada la garantía de los derechos ni determinada la separación de poderes carece de constitución”.

Montesquieu muere en París, en 1755, sin llegar a ver cómo algunas de sus pricipales propuestas políticas se materializaban tras el derrocamiento del antiguo régimen por el movimiento revolucionario impulsado por Sieyès, Barnave, Marat, Saint-Just, Robespierre o Danton.

 

 

ROBESPIERRE (1758-1794) Político francés, apodado “el Incorruptible” por su dedicación a la Revolución y por su pasión por la virtud. Fue uno de los protagonistas más importantes de la Revolución francesa. Pertenecía a la corriente de los jacobinos, que era la más radical y la más comprometidas con introducir mejoras sociales en la población. Robespierre participó en la elaboración de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Fue el miembro más influyente del Comité de Salvación Pública, que gobernó durante el periodo en que los revolucionarios consolidaron su poder. Esta etapa es conocida como El Terror, debido a la gran cantidad de personas que fueron guillotinadas, acusadas de conspiración o de traición. Finalmente, cuando los jacobinos perdieron el poder a manos de la reacción, el propio Robespierre fue guillotinado el 28 de julio de 1794.

 

 

CONDORCET (1743-1794) Filósofo, matemático y político francés, es uno de los más grandes representantes de la Ilustración francesa. Fue uno de los pocos filósofos y políticos de la época que denunciaron la injusticia y la incoherencia de negar a la mujer cualquiera de los derechos de la ciudadanía que la revolución pretendía conquistar para el género humano. En 1789, al estallar la revolución, escribió un artículo a favor de conceder el derecho al voto a la mujer. En 1790 publicó Sobre la admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía. Defendió el laicismo en la educación. Propuso un borrador de Constitución a la Asamblea revolucionaria, en la que ocupaba una posición relativamente moderada, cercana a los girondinos. Votó en contra de la ejecución de Luis XVI, y cuando los radicales jacobinos se hicieron con el poder, fue arrestado, muriendo en prisión en 1794. En sus últimos meses de vida escribió Esbozo para un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano.

 

 

CARL SCHMITT (1888-1985) Filósofo y jurista alemán muy controvertido y polémico. Su obra marcó toda la filosofía del derecho del siglo XX. Fue muy crítico con el liberalismo y con el parlamentarismo, temas sobre los que mantuvo una famosa polémica con otro gran teórico del derecho, Hans Kelsen (el autor de Esencia y valor de la democracia y de Teoría pura de la Justicia). Carl Schmitt militó en el partido nacionalsocialista y apoyó activamente a Hitler en su ascenso al poder. Entre sus obras más importantes, se pueden citar, La dictadura (1921), Teología política (1922), Teoría de la Constitución (1928),  El Guardián de la Constitución (1931) o El concepto de lo político (1932). Tras ser juzgado en Nüremberg, al finalizar la guerra, vivió retirado en EEUU y en España, donde impartió algunas famosas conferencias durante la dictadura franquista.

 

 

KARL POLANYI: Nació en Viena en 1886, en el seno de una familia húngara de ascendencia judía. Su pensamiento es enteramente opuesto al de su hermano Michael Polanyi, que es también un famoso economista. En su obra La gran transformación (1944), un libro que no ha perdido nada de su actualidad, hace una crítica durísima del liberalismo económico, mostrando que la idea de un mercado que se autorregula ha sido la utopía más insensata de todas las que el ser humano ha intentado realizar jamás. De este modo, para Polanyi, el capitalismo es una especie de anomalía histórica que puede llevar al desastre a la sociedad. Karl Polanyi muere en 1964

 

 

OLYMPE DES GOUGES.

Revolucionaria francesa que nació en 1748 y que fundó el Club des Tricoteuses (calceteras) durante la revolución francesa y defendió la emancipación de las mujeres en la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Fue guillotinada por defender a Luis XVI en 1793.